MUELLE SIGUE INCONCLUSO Y PARALIZADO
CRUCITA. CIUDADANOS PIDEN QUE OBRA SE TERMINE.
La restricciones para ingresar al muelle de Crucita quedaron en el pasado y la obra ya está en uso, a pesar de que no se ha terminado.
El muelle ha quedado abandonado con una que otra maquinaria estacionada; el hierro de los bloques cada vez se oxida más, mientras que las oficinas, llenas de polvo, están al cuidado de dos guardias que, aseguran, están impagos desde hace cuatro meses.
En el fondeadero del muelle, los dueños de las embarcaciones guardan sus lanchas y pequeños barcos desde que vieron que la obra se paralizó. Sin embargo, aseguran que no hay seguridad y ya han robado dos embarcaciones en horas de la noche porque el lugar es oscuro. No hay luminarias.
Bladimir Loaiza es dueño de una embarcación y considera que el muelle fue mal diseñado porque el fondeadero no es muy profundo, lo que ocasiona que los motores de las lanchas se dañen cuando la marea está baja. “Debió ser más profundo”, expresa el hombre, quien dice estar indignado con el Gobierno porque, como pescadores, no reciben apoyo de nadie y muestra de aquello es que siguen sin el muelle de carga y descarga.
EN LA PLAYA. Evaristo Gutiérrez prefiere seguir guardando su lancha frente a la playa, pese a que el muelle está a unos 500 metros de su vivienda. Evita llevarlo al lugar porque asevera que no hay organización ni guardias. “Eso ha quedado como tierra de nadie”, señala.
Pero seguir teniendo su lancha en la playa tiene sus afectaciones al ser arrastrada en la arena, por lo que cada mes debe darle mantenimiento. Si el muelle estuviera culminado y bien organizado, asegura que eso no ocurriría. Andrés Delgado, presidente de la Cooperativa de Pescadores Artesanales de Los Arenales, considera necesario que la Fiscalía realice una investigación de los recursos que se invirtieron en esta obra, cuyos trabajos se detuvieron antes de la pandemia.
RECURSOS. Con la facilidad pesquera de Crucita se iban a beneficiar unos 2 mil pescadores. El vicealcalde, Erwin Valdiviezo, señala que el objetivo era mejorar la competitividad de la pesca artesanal. El responsable del diseño fue el Ministerio
de Agricultura y Ganadería, mientras que el administrador del proyecto inicial fue Inmobiliar y, el responsable de la construcción fue el Servicio de Contratación de Obras (Secob), entidad que fue eliminada por el Gobierno.
Explica que el contrato inicial de esta obra fue de $29,5 millones, pero luego hubo un complementario de $13 millones, más la fiscalización que costó $1,2 millones. En total, unos $43,7 millones fueron asignados de recursos de la Ley de Solidaridad, detalla el funcionario.
Pese a que hubo cinco ampliaciones de plazo, la obra sigue suspendida.
ANTES DE LA PANDEMIA LOS TRABAJOS EN EL MUELLE SE PARALIZARON; NO ES PRETEXTO LA PANDEMIA”.