POTENCIA LAS PRÁCTICAS EN CONJUNTO
Una terapia liberadora para el bien de las familias es reunirse al menos tres veces a la semana para conversar sobre los temores, miedos, reír y resaltar lo bueno de cada integrante. “Además, elevar una oración agradeciendo por la vida de cada uno, forma un vínculo poderoso de hermandad. Esta es una demostración de sincero amor que podemos mostrar”, enfatiza Bianca Sophia Meneses.