El Diario (Ecuador)

Por una promisoria democracia

- CHILDERICO CEVALLOS CAICEDO chcevallos@yahoo.com

Hasta ahora, con defectos y virtudes, la democracia es una de las formas de gobierno que mejor se alinea a nuestras necesidade­s. Como herramient­a política para que el pueblo tenga su soberanía, garantice sus derechos y controle a sus gobiernos, debe estar constantem­ente supervisad­a en sus efectos, mejorando sus aciertos y corrigiend­o sus errores. En aquello los ecuatorian­os hemos incumplido durante décadas, al permitir que, en el ejercicio de la democracia, grupos de poder se apropien de ella y sean injustos y abusivos contra las libertades ciudadanas, escudados en supuestas doctrinas y tendencias políticas,. “La injusticia en cualquier parte es una amenaza a la justicia en todas partes”. Martín Luther King, en su “Carta desde la cárcel de Birmingham”. El imperio de la llamada partidocra­cia ha permitido que esta maneje a su antojo, entre otras, las actividade­s electorale­s, para con ese poder intimidar o manejar gobiernos y sociedades. Es como un monstruo de muchas cabezas dispuestas a devorarse entre ellas. Los resultados no han sido más que el estatismo del progreso nacional, por lo cerrado de los grupos mandantes, con líderes que imponen sus propias reglas al apropiarse de las entidades partidista­s, cerrando oportunida­des de crecimient­o a sus seguidores. Esa vieja práctica política ha creado abstinenci­a y rechazo a todo aquello que huela a caciquismo, alejando de la contienda electoral a capaces ciudadanos que pudieran servir a su nación en el ejercicio de una política sana y creadora de oportunida­des. Es que con el deterioro de los valores humanos, la sociedad está entrando en una espiral degradante. Y asusta el nivel de descomposi­ción al que se ha llegado, por la forma acelerada que se pierden los principios morales e intelectua­les, siendo la vergüenza uno de estos sentimient­os cada vez menos notorio en el accionar de los hombres y sus objetivos. Su ausencia es tremendame­nte perjudicia­l al crecimient­o ético y humano de las poblacione­s, porque contribuye a la proliferac­ión de la inmoralida­d, del desorden, de la corrupción y más deyeccione­s del mal. Por eso es que hay que concretar un cambio efectivo para el aprovecham­iento íntegro del derecho de los ciudadanos a vivir en democracia. Si son necesarios los partidos políticos en la democracia, es obligatori­o que esta sea respetada por los políticos. Y desde Manabí debemos empezar a sentar cambios de mentalidad a partir de ahora, para delinear un 2021 promisorio basado en la experienci­a, para construir nuevas bases con gente propia. Y sobrevivir con más esperanzas y anhelos las pruebas que impone la vida.

 ??  ??

Newspapers in Spanish

Newspapers from Ecuador