CUATRO BUZOS RASTREAN LÍNEAS CLANDESTINAS
MANTA. BUSCAN EL ORIGEN DE LA CONTAMINACIÓN.
El trabajo de David Eloy es en medio de la oscuridad, bajo agua infectada y con el peligro de que un gas tóxico afecte su organismo.
Él es uno de los cuatro buzos que durante tres meses explorarán ductos cajones de agua lluvia en Manta. En dos de estos ductos, ubicados en La Poza, existen tuberías clandestinas de aguas servidas domiciliarias que van directo al mar. Un tercer ducto, ubicado en la playa El Murciélago, aunque no tiene aguas residuales, debe ser destapado. El problema de contaminación de La Poza tiene más de cuatro décadas y la administración municipal, por medio de la EPAM, quiere eliminarlo definitivamente. Para esto ha contratado, a un costo de 150 mil dólares, a la compañía guayaquileña Sensingaqua, especialista en este tipo de trabajos.
TUBERÍAS. El objetivo es buscar esas tuberías que mezclan las aguas servidas con el agua de la lluvia. Napoleón Flores, fiscalizador de esta labor, dijo que el objetivo es localizar las redes clandestinas que están emanando aguas negras por los ductos, por donde solo debería circular el agua cuando llueve. Una vez localizadas, serán selladas por los buzos, utilizando hormigón que se puede usar bajo el agua y químicos elaborados para este trabajo.
SABEMOS QUE ESTE TIPO DE TRABAJO TIENE SUS RIESGOS, PERO ESTAMOS CAPACITADOS PARA HACERLO”.
KILÓMETROS
DE DUCTOS DE CAJÓN SON EXPLORADOS POR CUATRO BUZOS PARA HALLAR LÍNEAS CLANDESTINAS.