NERVIOS POR AGUAJES Y SISMOS
PLAYAS. SEGÚN LAS AUTORIDADES, SE JUNTARON AGUAJE Y OLEAJE. SE MANTIENE LA ALERTA EN LA COSTA ESTE FIN DE SEMANA. TEMBLORES. UNA SERIE DE SISMOS CON EPICENTRO EN ESMERALDAS TAMBIÉN ALERTÓ A LA POBLACIÓN. LAS AUTORIDADES PIDEN CALMA.
El mar creció tanto que las olas reventaban cerca de las casas y el agua se metió a los patios, dañó vías y cabañas de trabajo, lamentó Ginger Macías, presidenta del sector La Ciudadela de Las Gilces, de Crucita. La dirigente mencionó que la fuerza de las olas los dejó sin las cabañas donde trabajan eviscerando sardina, que pertenece a la vecina Ana Mero. “La tarima se quedó sin las mesas y sin el techo” alertó.
Los servidores turísticos de esa parroquia indicaron que el agua se metió a varios locales y que las imágenes que se difunden alejan aún más a los turistas que pretenden llegar al balneario.
Lucila Mendoza, dueña de un restaurante, dijo que son tantas cosas: pandemia, restricciones y ahora hasta el aguaje que les causa afectaciones económicas y sociales a los habitantes de estas playas.
Xavier Demera, vocal del Gobierno Parroquial de Crucita, mencionó que maquinaria del Municipio de Portoviejo y del Gobierno Provincial de Manabí trabajaba en la colocación de piedras de protección en el malecón para disminuir las afectaciones.
MÁS SECTORES. En el balneario San Jacinto el mar también pasó factura. Norma Fariño, dueña de un hotel, informó que los mayores daños están en el malecón, que al ser de tierra se hicieron huecos y mucho material quedó regado, afectando el paso de los vehículos.
Además el agua se metió a los patios de las casas. Varios moradores y emprendedores reclamaron por lo que calificaron como poca
acción de las autoridades, que dijeron no se hacen presentes con un plan emergente.
Hasta ayer, al cierre de esta edición, los moradores de los balnearios estaban preocupados por las afectaciones de la fuerza del mar. Luis Espinoza, pescador de Bahía, declaró que el mar se presenta bastante picado y se han hecho complicadas las tareas de pesca. Destacó que a pesar de ello, algunos han salido. Mariuxi Cedeño, dirigente pesquera de El Matal (Jama), manifestó que sí ha subido el nivel del mar, pero no como en otros años, ya que no ha rebasado el muro de piedras que hay en el malecón. Marco Cevallos, vicepresidente de la Cooperativa de Pescadores de El Matal, comentó que en la zona de La Poza, más allá de Puerto Nuevo, el agua ingresó más que de costumbre.
En Tarqui (Manta), el agua llegó a pocos metros de los 19 locales de comida del Parque del Marisco, pero no logró ingresar. En Piedra Larga, las olas dañaron las veredas que están a lado de la piedra escollera, donde las olas golpearon fuertemente la madrugada de ayer.
Los aguajes del jueves y viernes tomaron por sorpresa a la mayoría de habitantes de la zona costera de Manabí.
NOS DIO MIEDO CUANDO EL AGUA EMPEZÓ A METERSE A LAS CALLES Y A LAS CASAS. ESPEREMOS QUE SE CALME”.
PREVENCIÓN. El Instituto Oceanográfico de la Armada, Inocar, informó que se han juntado oleaje y aguaje en estos días. El estado del mar se presentará agitado este fin de semana, caracterizado por presencia de olas medias, altas, con un máximo de 1,60 metros de altura y aumento del nivel del mar; mientras que el lunes su intensidad bajará a moderado (olas ligeramente mayores a las normales), dijo.