¿QUÉ HAGO SI MI HIJO ES DEPENDIENTE AL JUEGO?
CONSEJOS. CONOCE LAS RAZONES QUE PUEDEN LLEVAR A LOS NIÑOS Y ADOLESCENTES A TENER ESTE PROBLEMA.
Tener tiempos de ocio es importante para todos, pero cuando llevamos ciertas aficiones a un extremo pueden surgir problemas.
Los primeros meses de pandemia nos acercaron a todos a la tecnología. Sobre todo los más chicos de la casa han empezado a ocupar más horas frente al computador, los celulares o un videojuego.
Pero muchos parecen ya no tener otra forma de entretenimiento.
Aunque muchos padres se quejan de no saber qué hacer para que sus hijos dejen este ‘vicio’, la psicóloga Andrea García menciona que muchas veces son los progenitores quienes motivan a los chicos a dedicar todo su tiempo a este tipo de entretenimiento.
SALIDA FÁCIL. “Que los niños y adolescentes dediquen la mayor parte del tiempo a los videojuegos no solo suele darse por una sola causa, hay muchas, pero en tiempo de pandemia suele ser la opción más ‘cómoda’ para los padres, como elección para entretenerlos y poder continuar sus tareas del hogar y del trabajo”, detalla García. La psicóloga indica que cuando es una elección de los propios niños y adolescentes, puede deberse a que “buscan los videojuegos como una salida para entretenerse o escapar de problemas que suelen haber en casa, sin tomar en cuenta que el exceso puede traer terribles consecuencias, tales como el aislamiento social y hábitos de vida solitaria”, dice. Y señala que este tipo de dependencia puede generarse por una predisposición genética a la adicción.
COMPARTE TIEMPO DE CALIDAD CON ELLOS, PERMITIÉNDOLES LA ELECCION DE ALGUNA ACTIVIDAD FAMILIAR”.
CONSECUENCIAS. Si los videojuegos se convierten en una tendencia para escapar de lo malo del mundo, podría generar tendencias a fantasear e inmersiones en mundos imaginarios. También se puede crear un deseo impulsivo de dedicar muchas horas a los videojuegos e impaciencia por jugar, ignorando otras formas de ocio.
Desencadenar episodios de ira en adolescentes y en niños puede terminar en berrinches cuando un juego no termina a su favor.