DE ESPERAR Y CONFIAR
La última Copa América dejó muchas postales para el recuerdo. La imagen de Don Hernán Mastrángelo, un hombre de cien años y su nieto Julián ha recorrido las redes sociales. El abuelo lleva anotados en un cuaderno los goles de Lionel Messi desde hace años. Y ahora, su ídolo futbolístico le envió un saludo por video. La emoción embarga a todos quienes ven la escena. En uno de los comentarios del video, que a veces parecen la letra chica de un contrato -tan sustanciosos como el texto principal-, un usuario confiesa que en los últimos años los goles de Messi han sido prácticamente su única alegría, tras la depresión por haberse separado de su esposa. Otra postal es la de Neymar Jr., que sobreponiéndose al dolor de perder la final, fue a saludar a su adversario y amigo, y el encuentro del brasileño y el argentino dio paso a las sonrisas, dejando atrás las lágrimas.
Una más, a través de la alegría de un Ángel Di María por quien quizás pocos hubieran apostado a un triunfo. Él mismo dijo, terminado el partido: “Algún día se iba a romper la pared; se rompió”. A propósito de los triunfos de Italia en la Eurocopa y Argentina en la Copa América, el papa Francisco tuvo palabras que trascendieron los resultados en sí, pidiendo “capacidad deportiva para poder aceptar cualquier resultado, incluso la derrota: sólo así, ante las dificultades de la vida, podemos implicarnos siempre, luchando sin rendirse, con esperanza y confianza”, dijo.
“Incluso la noche más oscura llegará a su fin y el sol se alzará”, escribió el poeta francés Victor Hugo.
Más allá de un resultado u otro, en este caso en un deporte, puede ser en cualquier ámbito de la vida, la lucha inspirada es la clave. Si se sabe esperar y confiar, las alegrías seguro llegan.