TEMEN CUARTA OLA POR FALTA DE DOSIS
BOLIVIA. LA FALTA DE LA SEGUNDA DOSIS DE LA VACUNA PUEDE DERIVAR EN NUEVOS CONTAGIOS MASIVOS.
Más de 170.000 bolivianos están en vilo frente a una posible cuarta ola de COVID-19 debido a la falta de la segunda dosis de la vacuna.
Las dosis faltantes corresponden a la vacuna rusa Sputnik V.
Muchos bolivianos han salido molestos a peregrinar sin éxito en los puestos médicos buscándola, tras haberse cumplido los 90 días desde su primera inoculación.
El Gobierno sostiene que lucha por abastecer los puestos con el medicamento ante la impaciencia de la población.
El presidente boliviano Luis Arce ha dado mensajes contradictorios frente al problema: primero minimizó la falta de esas vacunas provocando más críticas y reclamos y luego habló directamente sobre el tema con su par ruso, Vladimir Putin, aunque sin conseguir una respuesta inmediata para quienes exigen la segunda dosis desde la última semana de julio.
CASOS. Eddy Gonzales, de 63 años, buscaba la segunda dosis en la Facultad de Medicina de La Paz. En
mayo pasado le pidieron volver el 2 de agosto, pero ahora no le informaron que no tenían la vacuna. Gonzales pidió que le administren otra dosis compatible con Sputnik V, como se estudia en otras latitudes.
DESPACHO. Rusia debía haber enviado a Bolivia en julio unas 200.000 segundas dosis, pero despachó algo más de 25.000 que se acabaron en la tercera semana de ese mes, lo que generó que los jubilados bloquearan algunas calles alrededor de los centros de vacunación.
El Gobierno boliviano aceptó las explicaciones de Rusia de que la causa del retraso son los propios problemas de rebrote entre los rusos por la variante Delta, lo cual impide al fabricante ruso exportar el inmunizante. Además, hay una escasez de un componente médico para la fabricación de la segunda dosis, diferente a la primera.
Así lo señala un comunicado de La Paz a propósito de la conversación entre Arce y Putin, documento que también indica que estudios científicos realizados en Rusia y Argentina “reportan que el componente 1 de Sputnik V tiene una alta efectividad inmunizante que no disminuye inclusive tras 180 días, lapso que fue fijado como intervalo máximo entre dosis”. Desde el Ministerio de Salud han señalado que, además, se analiza con ese fondo ruso y equipos científicos argentinos la posibilidad de combinar vacunas.