A REZAR POR SACERDOTES
El 4 de agosto de cada año, la Iglesia Católica conmemora a san Juan María Vianney. Conocido simplemente como “el Santo Cura de Ars”, Juan María Vianney nació el 8 de mayo de 1786 en Dardilly, cerca de Lyon, en Francia. Fue ordenado sacerdote a los 29 años y en 1818 acudió enviado a Ars, un pequeño pueblo habitado por 230 personas.
Al joven sacerdote le habían costado en extremo sus estudios, tuvo que superar muchas dificultades antes de ser ordenado. Y los problemas no acabaron al hacerse cargo de su parroquia, sino que se acrecentaron, pero su fe y amor a Dios pudieron más. Son famosas sus luchas con el demonio, que lo hostigaba de diversas formas. Además fue un confesor eminente, que dedicaba hasta 16 horas al día para ese ministerio, llegando gente de distintos puntos de Francia a confesarse con él. En una carta que escribió el 4 de agosto del 2019, con motivo del 160 aniversario de la muerte de san Juan María Vianney, el papa Francisco quiso transmitir ánimo y cercanía a sus “hermanos presbíteros que, sin hacer ruido, lo dejan todo para estar empeñados en el día a día de sus comunidades”; a los que trabajan en las “trincheras”; a los que cada día “dan la cara” sin darse tanta importancia, “a fin de que el Pueblo de Dios esté cuidado y acompañado”.
En la audiencia general de la semana pasada, el Papa dijo: ”Hoy, memoria de san Juan María Vianney, los invito a rezar de manera especial por sus párrocos y por todos los sacerdotes. Que inspirados en el ejemplo del Santo Cura de Ars, puedan ofrecer su vida a la misión de predicar el Evangelio de la salvación”. Asimismo, destacó el hecho de que san Juan María Vianney fue “testigo del amor, la misericordia y la solidaridad”.