CAMINO A LA LIBERTAD
El 10 de agosto de 1809 es una fecha histórica para Ecuador, ya que ese día se sentaron las bases para lograr la Independencia.
Se trató de una revolución consumada hace 212 años, que buscaba obtener la autonomía del domino español y vivir bajo un espíritu libertario.
El sociólogo e historiador, Carlos Alberto Zambrano explica que el Primer Grito de la Independencia tuvo influencia de la Revolución Industrial europea.
“La invasión napoleónica a España, junto con el destronamiento de Fernando VII, originó que en diversas capitales de América se instalaran Juntas Soberanas que desconocieron a las autoridades peninsulares y resolvieran gobernar a nombre del monarca depuesto”, sostiene el historiador, aunque señala que había otras razones más profundas la que impulsaba el proceso.
“Otra razón es que los terratenientes coloniales no estaban a gusto con las contribuciones (impuestos) y regulaciones legales de la corona española. Además, los comerciantes, serranos y costeños, estaban deseosos de expandir sus mercados en particular con Inglaterra. España era un obstáculo para el proceso”, detalla.
Zambrano explica que por esos motivos, en la Audiencia de Quito se acogieron las ideas de la Revolución Francesa de 1789.
> HECHOS. Apasionados por defender sus ideales, un grupo de intelectuales e influyentes de Quito se reunieron la noche del 9 de agosto de 1809 en la casa de Manuela Cañizares.
En dicha reunión nació una Junta Suprema de Gobierno que fue presidida por Juan Pío Montúfar. Marqués de Selva Alegre, el obispo José Cuero y Caicedo, Juan de Dios Morales, Manuel Quiroga y Juan Larrea, también conformaron la Junta.
“Al día siguiente, el 10 de agosto de 1809, el doctor Antonio Ante dirigió un oficio de la Junta Soberana de Quito para el presidente de la Real Audiencia (Manuel Urriez, conde Ruiz de Castilla), en donde se le comunicaba el cese de sus funciones.
Debido a lo anterior, la guarnición comandada por don Juan Salinas salió a la plaza principal y vitoreó a la Junta Soberana de Quito y a Fernando VII: “Viva la religión, viva el rey y viva la patria”. De esta forma, la revolución del 10 de agosto de 1809 quedó consumada, sin mayores hostilidades”, declara el historiador.
Ya el 16 de agosto de 1809 se instaló un cabildo abierto, el cual se reunió en la Sala Capitular del Convento de San Agustín.
En dicho espacio se ratificó lo ocurrido la mañana del 10 de agosto, insistiendo en que se trataba de autonomía gubernativa sin los españoles europeos. La Junta Soberana de Quito actuó durante 80 días de forma autónoma (10 de agosto - 28 de octubre, 1809). Según el historiador, los factores adversos que afectaron a la Junta Suprema de Quito fueron: “la desconexión del movimiento con las fuerzas populares, la carencia de un jefe militar con poderes necesarios para organizar y armonizar las rivalidades internas de los diferentes grupos. Otro factor fue el rechazo del proceso revolucionario por parte de los gobernadores de Popayán, Cuenca y Guayaquil. Algo similar se dio entre los criollos y mestizos”.
Añade que el Primer Grito de Independencia abrió camino a otros hechos históricos, como la Batalla del Pichincha, que terminaron con un Ecuador libre y soberano.