PREOCUPADOS POR LA PRESENCIALIDAD
UNIVERSITARIOS. APROVECHARON LA VIRTUALIDAD PARA EMPRENDER EN NEGOCIOS, COMBINADOS CON LOS ESTUDIOS Y LAS PASANTÍAS.
El retorno a clases presenciales no asusta a Johanna Véliz, pero sí la obliga a tomar precauciones con su emprendimiento.
La universitaria de 23 años y madre de una niña de 2 años, que cursa el sexto semestre de Laboratorio Clínico en la Universidad Técnica de Manabí, inició su emprendimiento de elaboración de postres, dulces y tortas en marzo el 2020, cuando empezaba la pandemia.
Entre las clases virtuales, la atención a su hija, las tareas de casa y el negocio, ha tenido días complicados pero no se amilana. ¿Le preocupa el retorno a las aulas? Claro que sí, dijo, pero va a ver la disponibilidad de tiempo para cumplir con todo. Afortunadamente, señala, cuenta con la ayuda de sus padres, su hermano y su esposo, ya adelantó algunas pasantías y programa las otras. “Todo depende de cómo organizarse en los tiempos que uno tenga libre. Mis clientes son de Portoviejo y 24 de Mayo”, mencionó. Su emprendimiento se encuentra en Instagram como @marthibakery.
DE TODO. El anuncio del retorno a clases presenciales obligará a los estudiantes emprendedores a planificar sus tiempos para no descuidar los negocios que iniciaron en pandemia. Valeria Pin, de 22 años, lo sabe y por eso tomó precauciones. Esta estudiante del noveno semestre de Derecho de la Universidad Particular San Gregorio de Portoviejo, ha combinado las clases virtuales y las tareas con su emprendimiento y las pasantías, aunque aún le falta completarlas. @Cargo.ec elabora bolsos de yute con diseños personalizados, que han tenido acogida en el mercado local, y los pedidos van en aumento.
Valeria indicó que tiene clases de 07h00 a 13h00 y son “prácticamente presenciales”, pues deben estar con la cámara prendida. Además, ya asiste a la universidad para ver tres materias. Terminadas las clases hace el almuerzo y luego se dedica a sus tareas, para confeccionar los bolsos por las noches.
“Al inicio sí tuve problemas; los sábados preparaba la producción de la semana, pero me he ido adaptando”, señaló, al agregar que el retorno a las aulas no la tomará por sorpresa.
SE INVENTAN. Pero también hay quienes, sin haber emprendido en un negocio, aprovecharon la virtualidad de las clases para hacer unos dólares extras haciendo tareas y participando en clases por otros estudiantes, aprovechando que se puede estar “con cámara apagada”.
Uno de ellos es “Francisco”, a quien le preocupa el regreso a clases presenciales de los universitarios, pues lleva materias en línea a varios alumnos y con eso sustenta sus gastos. “Como todo es en línea, se pueden hacer las tareas y hasta exámenes, igual también se les enseña a los clientes para que aprendan, pero una vez en clase me quedaré sin ingresos”, comentó. Sin embargo, no pierde la esperanza de que sus clientes no se alejen.