Educación y seguridad vial
En 2005, la Asamblea General de las Naciones Unidas (ONU) proclamó el tercer domingo de noviembre como Día Mundial en Recuerdo de las Víctimas de Accidentes de Tránsito. La finalidad es generar conciencia y prevenir accidentes en todas las localidades destinadas a la circulación vehicular - motorizado o no - y peatonal. De acuerdo con la ONU, aproximadamente 1,3 millones de personas mueren anualmente por sucesos relacionados con esta actividad, afectando principalmente a peatones, ciclistas y motociclistas, destacando mortalidad entre niños y jóvenes de cinco a veintinueve años. En Manabí, en lo que va del año 2021 los siniestros (choques, vuelcos, atropellamientos, etc.) son 607, con saldos lamentables de 29 fallecidos y 615 heridos, de acuerdo a la delegación en Manabí de la Comisión de Tránsito del Ecuador (CTE). Y el historial nacional y provincial indica lo imprescindible del reinicio y la toma con mayor responsabilidad de la educación vial en el país. En alguna ocasión se la empezó a difundir en los establecimientos educativos; pero, lamentablemente, no se profundizó, ni en docentes ni en directivos, lo esencial que es conocer los derechos, las obligaciones y precauciones en relación al movimiento de vehículos. Si bien en ciudades con mayor carga vehicular como Portoviejo y Manta, la vida activa incide mucho en el comportamiento ciudadano frente a las normas y reglamentos de tránsito, los accidentes son generales en todas las vías, urbanas y rurales. Por ello hay que acentuar la difusión de la educación vial por cualquier medio y con la concurrencia de todos. Vale recordar, entonces, la participación del Club Rotario de Portoviejo ante el Gobierno Provincial de Manabí en la construcción de un parque vial en el terreno del club, que servirá para dictar clases prácticas a niños estudiantes sobre tránsito. Los trabajos físicos están terminados, faltando ciertos ajustes administrativos que, se espera, pronto serán realizados porque la situación lo amerita. Será una gran obra, quizá la primera en la Costa para enderezar una pésima conducta que rayana con la estupidez. Seguro que servirá para salvar vidas. Si bien lograr una licencia para conducir vehículos motorizados requiere aprobar cursos y rendir exámenes, en la práctica se impone la ley del más fuerte, la osadía, la irresponsabilidad y la corrupción, generadores de las más variadas infracciones que suelen alimentar las páginas de sucesos violentos de los periódicos y de noticiarios de radio y televisión. Eso hay que desterrar. Por ello este día de recordación a los miles de muertos, incapacitados y heridos, insucesos que con educación pudieron evitarse.