Los errores
No desgasta el poder; lo que desgasta es no tenerlo”.
Hoy inicio mi artículo con esta frase de Giulio Andreotti y lo hago haciendo un análisis de nuestros gobernantes, en quienes están en el poder y no lo asumen, en quienes hablan bonito y con seguridad en campaña para conquistar los votos, y quienes ya asumiendo el cargo se dan cuenta de que no es lo mismo con guitarra que con violín, que quedan muy lejos los proyectos de la realidad que se vive. No es lo mismo gobernar una empresa que gobernar un país, se cometen errores y hay que asumirlos para si es posible rectificar. Pero lo que no se debe hacer es seguir sumando ineptos, incapaces y apolíticos en un gobierno que necesita el equilibrio entre lo que dice y hace, entre lo técnico y lo político. Donde por capaces que sean los asesores, si no vislumbran la realidad del país, y se dejan apabullar por los mismos de siempre, esto no camina ni caminará así pasen años intentándolo. Ya lo he escrito otras veces pidiendo firmeza al Gobierno para no dejarse opacar, que esa clase política tramitadora y chantajista debe ser expuesta y denunciada para que se pueda acabar con la corrupción.
Este país está lleno de gente capaz que está observando y gente incapaz que está ejecutando, pero ¿qué ejecuta? lo que le conviene, lo que creen mientras les dure el cuarto de hora en funciones. Terminó el 2021 con la tranquilidad conformista de que se ha realizado la vacunación a la mayoría de los ecuatorianos, importante tema, pero el MSP no es solo vacunación, es también hospitales, personal, medicinas; y el resto, seguridad, educación, agricultura, turismo, carreteras, viviendas, energía, en fin, tantos temas en un país al que hay que administrar porque hay un presupuesto. Hay que asumir con conocimiento lo que dejaron otros para fortalecer lo hecho, reconstruir lo que no se hizo bien, y terminar lo que falta, y para ello hay tantos funcionarios, pero algunos no dan pie con bola.
Yo diría que iniciamos un año con inconformidad, porque esperábamos más, asumíamos mayor decisión del ejecutivo y no paños tibios, no pretextos. La reactivación económica talvez inicia, pero si no se combate la corrupción, la delincuencia, el narcotráfico, terminaremos solo con la tranquilidad de estar en democracia, pero sin estabilidad económica en un país tan rico como el nuestro, es decir… más de lo mismo simplemente.