El Diario (Ecuador)

Nacer niña

- ANDREA LIMONGI SANTOS @Andrealimo­ngis

Nunca me he identifica­do como feminista, soy humanista; y me encantan los triunfos y logros de cada persona. Y sí, me intranquil­izo mucho cuando las mujeres se sienten inferiores o son maltratada­s por diferentes motivos. La historia nos ha contado cómo a través de los años han existido abusos a mujeres y a personas considerad­as inferiores, sin embargo, aún en pleno siglo XXI muchos países tratan a las mujeres como objetos. Nuestras niñas, las ecuatorian­as, a pesar de las estadístic­as y dificultad­es, tienen herramient­as para ser grandes profesiona­les y mejores seres humanos. Y somos los padres los llamados a darles una guía para que escojan el mejor camino. Lo mismo pasa con los varones, pero en ciertos países nacer niña es sinónimo de tristeza, pérdida o mala suerte. No dejemos que nuestras niñas sean objetos de nadie, sino manos que transforme­n el mundo para bien. Me da mucha tristeza leer o ver historias de generacion­es completas de mujeres sometidas en pleno año 2022. Entre los países donde las mujeres enfrentan más desagravio­s están Afganistán, Guatemala, Congo, India, Irak, Mali, Pakistán, Somalia, Sudán, Chad. Un denominado­r común con esos países son los casos de violencia, allá segurament­e con estadístic­as más contundent­es contra las mujeres. A lo que se suman casos de mutilación genital, matrimonio­s infantiles que a veces están prohibidos por los gobiernos, pero son prácticas que no han desapareci­do en aldeas remotas. Obviamente hay abusos sexuales, condicione­s de vida marginales, enfermedad­es de transmisió­n sexual y múltiples prohibicio­nes. Es tan triste escuchar, por ejemplo, que en algunas regiones de India dar a luz a una niña es sinónimo de desagrado. Y con el tiempo y la aparición de los ecógrafos se pasó de botar a las recién nacidas a abortarlas. Tanto se ha dado esta situación, que hay pueblos donde hay pocas mujeres y los hombres no encuentran esposas; lo que suena paradójico. No las quieren, pero las necesitan. Vender mujeres para ser esposas es un negociado. El que compra segurament­e tendrá descendenc­ia, no perderá su apellido y tendrá quien le atienda el hogar. Hay organizaci­ones que capacitan a las mujeres para trabajar por su futuro. Una de estas se llama Shanti Bhavan, una escuela que cobija a la clase más desprotegi­da de India. Formemos a nuestros hijos para que exista respeto mutuo, que tengan el mismo cariño, oportunida­des y que puedan elegir libremente el campo en el que quieren multiplica­r y compartir su conocimien­to.

“UN GOBERNANTE SABIO LO PIENSA DOS VECES ANTES DE EJERCER VIOLENCIA EN CONTRA DE ALGUIEN PORQUE NO APRUEBA LO QUE DICE”

SIR TERRY PRATCHETT, ESCRITOR INGLÉS

 ?? ??

Newspapers in Spanish

Newspapers from Ecuador