El Deportivo del Valle y sus glorias
El 12 de marzo, invitado por el profesor Walter Farfán Mendoza y su hijo, Ing. Walter Farfán Sornoza, compartí facetas esplendorosas del fútbol portovejense y manabita de este ícono futbolero que fue creado el 12 de marzo de 1949. Su primer presidente fue el Dr. Armando Flor Cedeño, quien junto a Fernando Martinetti, Ing. Alberto Cedeño Dueñas (en su homenaje debe designarse el complejo deportivo “La California”), Dr. Orlando Ponce Miranda, Dr. Verdi Cevallos Balda, profesor Humberto Elías Mendoza, Ing. Pepito Pazmiño, Dr. Julio Eloy Rodríguez, Dimas Márquez Plaza, profesor Hugo Briones Solórzano, George Farfán Macías, Luis Villacís Palma, José Navarro, Carlos Palma Garay, René Armendáriz, Dr. Tito Libio Mendoza Guillén y otros mecenas no mencionados, quienes sin fortuna económica tuvieron riqueza ética sacrificando el peculio familiar para flamear la bandera y uniformes del club de sus amores. Concurrí junto a cientos de deportistas al emporio turístico y deportivo Guiferza, que administra el Ing. Luis Fernández Zambrano, donde los sábados o domingos evocan anécdotas. En una fotografía que vence al tiempo admiro a los directivos ya nombrados y a los deportistas que el 4 de septiembre de 1949 en el viejo Estadio Municipal de Portoviejo, hoy llamado “Reales Tamarindos”, en esa fecha vencieron por 4 a 0 al “Deportivo San Gregorio”, otro valioso equipo nuestro. Observo a Amado Gorozabel, Antonio Quiroz, José Valencia, Carlos Vélez, Gumersindo Vélez, Miguel Bowen, Marcial Astudillo, Augusto Quinteros, Leopoldo Santana, Otto Farfán, Elio Rivadeneira, Julio Parreño, Colón E. Farfán, George García, Lauro Vélez Valencia, Manuel García, Oriot Farfán, Armando Flor Sacoto -hijo del magno cantor de Portoviejo Vicente Amador Flor-, Jorge Martinetti, Marcos Acosta, Napoleón Romero, profesor Hugo Briones Solórzano, Ider Rivadeneira, y George Farfán Macías, uno de los mejores dirigentes deportivos del país de quien fui asesor jurídico junto con el Ab. Carlos Palacios Sánchez. Portoviejo entonces era fraterno, seguro y romántico. Ojalá vuelva a serlo antes de que sea tarde. Depende de nosotros. Cambiemos la actitud beligerante, siguiendo el ejemplo de los prohombres ya mencionados. Gloria para nuestra segunda casa deportiva, a la que las autoridades deben construirle su estadio con servicios tecnológicos, humanísticos y logísticos. El Deportivo del Valle se merece eso y mucho más, pues es escuela formativa.