Imperialismo idiomático
La teoría de Darwin sostiene que la historia de la vida es una competencia. Nuestro planeta se encuentra actualmente dividido en estados que dentro de la globalización compiten por ventajas políticas, económicas y culturales. Creo que nuestro creador distribuyó la inteligencia, talento y carácter de manera uniforme en todo su mundo entre continentes, razas, géneros y religiones. Los países más efectivos, encontrando y cultivando a sus genios, tendrán una ventaja competitiva, al igual que las naciones que identifiquen las habilidades clave que deben desarrollarse entre toda la población para promover el progreso. Junto con la alfabetización, las matemáticas, las destrezas sociales y tecnológicas, una de las habilidades más esenciales es el dominio del inglés. El alcance global del Imperio Británico seguido de un siglo de predominio económico, militar y cultural por los EE.UU. han convertido al inglés en el idioma global actual de los negocios, la diplomacia, la ciencia y el turismo. Cuando los saudíes venden petróleo a China, el contrato está en inglés. Cuando un avión danés aterriza en Roma, el piloto habla inglés. Más del 90% de las revistas científicas más importantes e influyentes solo aceptan artículos en inglés. El 56% del contenido web está en inglés, aunque solo el 5% del mundo lo tiene como primer idioma. Algunos lo llaman imperialismo idiomático, lo cual puede ser cierto, aunque no intencional, pero negarse a aprender inglés no disminuirá su uso sino sus propias opciones. Si vamos a resolver problemas globales necesitamos un idioma global, y el inglés ganó, pero ya está fuera del control. El inglés mundial o global se refiere a una colección de dialectos utilizados en diferentes regiones, industrias, grupos de interés y profesiones. Los lingüistas han demostrado cómo pequeños cambios en la gramática, el vocabulario y el uso pueden ampliar y ajustar la visión del mundo que está incorporado en cada uno de los idiomas. Los dialectos ya son dominantes; de los 1.500 millones de anglohablantes en el mundo, solo 400 millones son hablantes nativos y más de 1.100 millones hablan una versión global. La mala noticia es que en Ecuador todavía usan métodos de los 70 que son inadecuados para el desarrollo de la economía, el turismo y la tecnología. La buena noticia es que hay una solución. Las nuevas metodologías que involucran interacción en vivo vía teléfonos y tabletas, redes sociales, música y juegos ha transformado el campo al captar el interés de los estudiantes. Necesitamos hablantes nativos que dominen la última tecnología y metodología para capacitar a nuestros profesores y pasarlas a los alumnos. Estos jóvenes profesionales entusiastas existen y están a la espera de ser reclutados.