Afectando a la educación
El “síndrome de derrocamiento”, cuya aparición hiciera a raíz del terremoto del 16 de abril del 2016, fue otro movimiento devastador que causara la desaparición de un sinnúmero de edificaciones en las ciudades castigadas por el movimiento telúrico natural.
Me explico: el terrible sismo de hecho produjo la caída de muchas casas y edificios. Otras quedaron de pie pero seriamente afectadas, por lo que debieron ser eliminadas por seguridad. Pero también hubo casos en que con daños estructurales menores sucumbieron al “síndrome”, inventado por quienes aprovechando las confusas disposiciones oficiales hicieron lucrativo ese negocio.
Según los afectados, los “técnicos” les decían que los trabajos eran pagados por el Gobierno, atemorizándolos con que, posteriormente, los costos onerosos serían cancelados por ellos. Así, edificios sin mayores daños desaparecieron por el oportunista negocio que incrementó los espacios vacíos en los poblados. Actualmente, sin pretender insinuar oscuros negocios, la municipalidad de Portoviejo intenta mandar al suelo uno de los edificios característicos del centro de la ciudad, porque no entona con la visión arquitectónica soñada. Se trata del tradicional edificio donde por años funcionaran la escuela Tiburcio Macías y el colegio nocturno Olga Vallejo de Briones, que inmisericordemente fueron expulsados del local situado en el mismo centro de la ciudad y destinados a errar en busca de hospedaje improvisado. Se conoce que la municipalidad ha conminado a la dirección zonal de Educación a retirar lo que tenga guardado en el edificio porque va a derrocarlo. Igualmente, se sabe que el ministerio impugnará un acuerdo de cesión del edificio a la municipalidad, firmado “entre gallos y medianoche”, por contener vicios legales.
Recordemos que los padres de familia de la Tiburcio Macías, por varias ocasiones han reclamado la devolución del edificio por los padecimientos que sufren los estudiantes en las aulas del improvisado local de acogida. Es un castigo producto de una apergaminada idea de modernismo de Portoviejo, que por efectos de obnubilación está afectando seria y profundamente a la educación de cientos de niños y jóvenes, considerando que igual suerte corren los alumnos del Olga Vallejo, así como los de la Rafael María Mendoza, estos últimos despojados del local para construir en el lugar el centro comercial 1.
Con o sin intención, lo cierto es que miles de estudiantes están en franco éxodo, trepados en el tren de las expropiaciones y sin destino cierto, con perjuicio a su educación.