SE SALVA DE SECUESTRO
JARAMIJÓ. LA POLICÍA INVESTIGA EL INTENTO DE PLAGIO A UN PESCADOR QUE ESTABA EN EL PORTAL DE UN LOCAL.
A un pescador intentaron secuestrarlo a punta de disparos, pero el arma se encasquilló.
El intento de secuestro ocurrió en el cantón Jaramijó la noche del domingo, informó la Policía.
Los delincuentes viajaban en un auto del que se bajaron dos, uno de estaba armado. Se dirigieron hacia el pescador que estaba en el portal del negocio de un familiar.
Cuando ubicaron a su víctima, lo agarraron para subirlo al vehículo.
Sin embargo, un familiar del pescador intervino. El secuestrador que estaba armado intentó disparar varias veces, pero el arma se encasquilló y no salió ningún tiro, señalaron los gendarmes.
Ese instante fue aprovechado por el resto de los familiares que salieron a ayudar al pescador.
En el informe policial se indica que los secuestradores se asustaron al ver salir a las demás personas y escaparon en el carro en que andaban, sin lograr su cometido.
Después de lo ocurrido, al lugar llegaron agentes policiales, tomaron procedimiento y se abrió una investigación.
Los uniformados buscan establecer las razones por las que se dio el intento de secuestro al pescador, cuya identidad se mantiene bajo reserva. Por el momento, se analizan vídeos de cámaras de seguridad que habrían captado el momento del intento de secuestro. La Policía informó que este caso es investigado de oficio y hasta ayer la familia no había presentado una denuncia formal.
LOS CASOS. De la misma manera, esta entidad tiene conocimiento que en el cantón se registran aproximadamente tres secuestros por mes, la mayoría extorsivos, que son cuando a la familia se le pide una cantidad de dinero determinada para entregar a la víctima. De estos casos, la mayoría no son denunciados y las familias deciden resolverlos por su cuenta cediendo a los pedidos. Según una investigación policial, se sabe que la mayoría de las víctimas son pescadores artesanales e industriales, pero tampoco están fuera del radar los comerciantes.
EL AÑO PASADO. En septiembre del año pasado se hizo público el que sería el primer secuestro en Jaramijó, donde los captores pedían 180 mil dólares. Una cantidad que la familia no podía pagar, dijo la Policía.
Ellos denunciaron el caso y dos semanas después rescataron a la víctima, una mujer, en un barrio de ese cantón.
A través de esa investigación, por la que hubo tres personas detenidas, se supo que en Jaramijó operaba una red dedicada al secuestro y también a las conocidas “vacunas”.