Visión de la Patria
Los hechos ocurridos en el país y, que de hecho, seguirán ocurriendo, mientras sigamos sobreviviendo en medio de una democracia irrespetada por hordas, a las que, sin lugar a dudas no les importa nada, como no sean sus desacreditadas ambiciones, siempre al margen de la ley (cuando roben, roben bien, es el ejemplo más patente de la más absoluta desfachatez). Mientras tengamos presidentes honorables, pero pusilánimes, que todo lo permiten; que, incluso, se autopermitió rodearse de los mismos que no lo dejaron terminar su periodo presidencial. Mientras no se dicten leyes que amparen a la gente honesta, que somos la mayoría, y no en favor de la delincuencia, el país no alzará cabeza y seguiremos inmersos en la incertidumbre que nos acorrala... Hemos sido testigos de un juicio político ‘’inventado’’, en el que una camorra furiosa, prevalida de su poder, le dijo lo que quiso al mermado acusado, el señor Presidente de la República del Ecuador. Fastidio y repudio al atrevimiento de ‘’honorables’’ descalificados, inmersos en acusaciones de diversa índole; algunos con su salud moral en muletas, en cuya tramitación y exposición, lo notorio, de hecho, fue la incapacidad absoluta y vergonzosa en el manejo de las leyes pertinentes, en un ambiente de fiesta pagana, con alborotos, gritos, euforia triunfalista, celebraciones anticipadas, en un nauseabundo ritual ominoso... Pero, la Patria, al menos, por el momento, se salvó por la carta constitucional que tiene el presidente de disolver a la Asamblea, como en efecto ocurrió, a costa, eso sí, de reducir su mandato presidencial. Duro sacrificio, pero, merecido, me parece. Nunca, en los últimos tiempos he visto y percibido tal alegría entre la gente de toda condición, que al fin, incluso, ‘’ovejunos’’ mismos reconocían la inutilidad de una Asamblea, y daban, (al menos así parecía), como un acierto su disolución. Es decir, nos salvamos,’’por un pelo’’¿y de aquí en adelante? A seguir arrimándonos a la esperanza de mejores días, porque tenemos la sana certeza de que la ‘’chusma’’ será olvidada por todos. Con la certeza de que el próximo mandatario, avizorado de los males de la patria, en la riada, agitará su anzuelo de luz para salvarla…