Estado de necesidad y medidas
Toda iniciativa económica debería ser medida. Creemos firmemente que es necesario hacer un reajuste de las finanzas públicas para lograr un equilibrio, pero estas acciones deben tener un enfoque esencial de desarrollo. Los gobiernos, como administradores del Estado de Derecho, deben entender primero la dinámica real de los negocios en la economía. Lo más sensato en tiempo de crisis, en medio de las adversidades que vivimos los ecuatorianos, es optimizar los gastos, recuperar la cartera vencida y se generaría un ambiente de confianza. Sería grandioso para la inversión nacional e internacional, con ello se generarían más fuentes de trabajo, que conlleva al bienestar colectivo.
Hay que recuperar los recursos sustraídos ilegalmente que hoy reposan en cuantiosas cuentas de exfuncionarios públicos. La corrupción ha tomado proporciones gigantescas, parecería ser una pandemia institucionalizada. Es muy lamentable que en tiempo difíciles seamos los ciudadanos de los sectores en general quienes debamos pagar o reponer la ineficiencia; además, hay “genialidades”, como subir el precio de los combustibles, entre otras.
Es tiempo de poner en marcha la gran cirugía mayor, recuperar los dineros sustraídos que son del pueblo, y por una lógica fundamental, decirlo con mucho respeto que los ecuatorianos no somos culpables de la crisis económica de nuestro pobre y rico país.
Considero necesario que los próximos asambleístas elaboren un proyecto de ley que se llamaría “Ley Orgánica de Extradición”, en cuyo contexto se podrían extraditar aquellos exfuncionarios prófugos de la justicia para que rindan cuentas al pueblo, además se debe incluir en el proyecto se pueda localizar y capturar en cualquier país a los prófugos de la justicia, mediante los acuerdos bilaterales, como también considero necesario reformar el Código Orgánico Integral Penal y se endurezcan las penas de los delitos que hago mención.
Además es necesario mencionar que la delincuencia se ha convertido en un verdadero problema social por lo que ha tomado proporciones gigantescas, es hora de terminar con este desorden social que nos preocupa mucho a los ecuatorianos.