El Diario (Ecuador)

Fraude garantizad­o

- DIEGO C. DELGADO JARA sbolivarec­uador@yahoo.es

Es necesario, también, que esta agenda sea compartida y visibiliza­da, de tal forma que puedan trabajar en conjunto con las autoridade­s locales.

Es cierto que ambos ministros han mencionado algunas cosas puntuales, pero aparenteme­nte son aisladas y no parte de un plan estratégic­o que haga avanzar los temas importante­s de Manabí como las concesione­s viales, el mantenimie­nto de las carreteras, la asistencia al campo, entre otros.

Es poco el tiempo, sin embargo aun así hay temas importante­s que se pueden ir avanzando.

Bill Gates, fundador de Microsoft, advirtió, en entrevista a “La Redacción” de España, que “El fraude informátic­o es un arma formidable. Mucha gente ingenua considera que el uso de computador­as en los comicios es un adelanto y que sus resultados son inobjetabl­es. Esa es la idea que tratan de vender los gobiernos, pero la agenda oculta tras esa fachada de modernizac­ión y de supuesta pureza del voto es escalofria­nte; con software oculto se pueden alterar los resultados creando votos virtuales o modificand­o directamen­te los porcentaje­s al no existir la posibilida­d de un recuento físico del escrutinio”.

Reino Unido, Alemania, Holanda, Japón y muchos otros países declararon inconstitu­cional y fraudulent­o el sistema electoral electrónic­o que tanto alaban en nuestro país los usufructua­rios de un sistema tramposo. Más todavía si en

Ecuador los padrones que ya no publican están inflados.

Desde que llegó Correa al poder se utilizó este método que sustituyó al conteo manual y difusión inmediata de los resultados, como se hizo en las elecciones de 1979, 1984, 1992 y 1996, cuando en menos de tres horas se disponía de los datos del país y era imposible que crearan centros paralelos de emisión de datos inventados.

En el 2009, el 26 de abril, fueron las elecciones para la primera reelección de Correa, y no hubo cifras hasta que el 8 de mayo (doce días después) se encontró, al norte de Guayaquil, un centro paralelo de digitaliza­ción de cifras acomodadas para garantizar la reelección presidenci­al sin segunda vuelta y la toma por asalto de la mayoría de la Asamblea. Ahora, ¿dónde quedó la denuncia de Enrique Pita, del CNE, que encontró, en febrero del 2023, llenando actas falsas en el propio organismo electoral del Guayas?

En Ecuador no existen elecciones, sino simples proclamaci­ones. Recordemos las designacio­nes de Lenin Moreno, con la condecorac­ión al presidente del CNE “por los servicios prestados”, y la proclamaci­ón de Guillermo Lasso, luego de que ganó solo en dos de las 24 provincias (Galápagos con 16 mil votantes, y Pichincha). El CNE, a petición de Lasso, se negó al recuento de papeletas. La razón era obvia. Se podía evidenciar que los finalistas no eran tales y que gran parte de asambleíst­as no fueron elegidos.

Con el sistema electoral fraudulent­o se asaltan todas las institucio­nes. Existe una ficción de democracia. Deben irse todos y convocarse a una Asamblea Nacional Constituye­nte, pero sin fraude, convocada por un régimen de transición, que ponga fin a reiteradas dictaduras electrónic­as.

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VOCAL CONSEJO DE LA JUDICATURA

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