Biodiverciudades, una visión transformadora
América Latina constituye la región más desigual y la segunda más urbanizada del planeta (el 80 % de la población vive en las ciudades), de las cuales la cuarta parte de la población habita en asentamientos informales; es la región más biodiversa contando con muchos recursos naturales, sin embargo, sus índices verdes están por debajo de lo recomendable por la OMS. Su parque automotor asciende a 83 millones de unidades, en comparación a Europa que oscila en 405 millones de vehículos, muy aproximado a los 300 millones vehículos que posee EE. UU., según estudios de la CAF.
El actual modelo extractivista ha afectado a las poblaciones y aquellos grupos racializados en territorios en donde hay una gran acumulación de residuos y en donde es casi escasa la provisión de servicios, lo que genera una expulsión hacia las periferias de las ciudades convirtiéndolas en sitios de exclusión muy vulnerables al cambio climático.
Los servicios ecosistémicos (regulación, soporte, provisión y cultura), que nos proveen los ecosistemas y la biodiversidad, son vitales y esenciales para equilibrar el medio ambiente y para la emergente economía verde de la región que se fundamenta en la producción y consumo de bienes y servicios que proveen nuestros recursos, estos constituyen en la actualidad un gran capital natural muy fundamental para cimentar un desarrollo sostenido. Establecer un modelo de desarrollo más integral entre el humano y la naturaleza preservando la biodiversidad y construyendo un hábitat más sostenible desde la articulación en la gestión territorial, supone esfuerzos que deben dirigirse, además de establecer una agenda en lo social, el cambio climático, la biodiversidad, la inclusión, el desarrollo de infraestructura, la transformación digital, el transporte y la movilidad sostenible, es también, establecer un vínculo equilibrado entre la naturaleza y el urbanismo mediante la implementación de soluciones basadas en la naturaleza, en promover un modelo de economía circular y generar la integración de lo urbano y rural para un territorio más cohesionado en que se destaquen la preservación y conservación de la biodiversidad y el hábitat desde una buena gobernanza.
La creación y puesta en marcha de la Red de Ciudades Biodiversas de América Latina y el Caribe, supone un giro a un nuevo paradigma hacia un sistema que valorice la biodiversidad sustentado en un modelo de producción y consumo, en el que el desarrollo urbano se enfoque en la biología orientada a emprendimientos y tecnologías en la biodiversidad (Bioeconomía, biomimetismo y economía) y la cultura local (economías creativas), en un marco de justicia social y ambiental.