Vigencia de las ideas de Platón
El desarrollo de los ámbitos sociales, económicos, políticos y culturales trae consigo transformaciones y tensiones conservadoras de los sistemas sociales y formas de vida, con equis distancias entre épocas, aunque algunos rasgos sobreviven a los años. Así pasó con la Grecia de Platón durante el incremento del comercio entre griegos y mediterráneos, generando reacciones ante los efectos del desarrollo producido por los intercambios comerciales y culturales.
Entre los cuestionamientos constan la tendencia relativista hacia la ética que se reflejaron en las costumbres y las formas de vida social y religiosa, relativismo que sostenía que cada individuo o sociedad creía lo que era verdadero para ese individuo o sociedad (cada creencia sería correcta para la persona que la sostenía y falsa para quien no la compartiera), negando toda objetividad posible.
Platón también se oponía al pensamiento hedonista, cuya tesis sostenía que el bien consiste en el placer, de esta manera cada persona se esforzaría en realizar actividades que le dieran disfrute. Sin embargo, tanto Platón como su maestro Sócrates insistieron en lo difícil que resulta alcanzar la verdad, en especial en cuanto a los problemas relacionados con la ética, aunque Sócrates nunca abandonó la convicción de la verdad objetiva. El pensamiento de Platón influenciado por su maestro lo conduce al campo de la racionalidad y la conciencia del deber-ser. Postulando a la justicia como la más importante de las virtudes, denominándola suprema virtud y a la ética como el fin último a perseguir.
Virtud de la justicia que al encarnar en una persona individual se presenta en condición de balance, orden o armonía gobernada por la razón, a pesar de los deseos de conocimiento y orden, deseo del espíritu de defensa propia y deseo de apetitos corporales.
En una comunidad política, la justicia constituiría la razón y condición fundamental del nacimiento del Estado y se mantendría por los gobernantes, puesto que para Platón resulta imposible desligar el problema ético del problema político, por tratarse de la consecución del bien común o bienestar general.
Por ende, la justicia garantiza la unidad y con ella la fuerza del Estado; de igual manera, la unidad y la eficacia del individuo. Siendo la razón de existir del Estado satisfacer las necesidades a los ciudadanos, de la que se desprenden, además de la justicia, la división y especialización del trabajo y la función estatal de educar a las personas en la virtud del “sentido de lo justo”.
¿Usted considera que algunas ideas de Platón pueden ser útiles para forjar la virtud de la justicia en Ecuador?