Una propuesta necesaria
En el mundo tan contaminado en el que vivimos, usar bicicletas es una buena opción para mejorar la salud del planeta y de sus habitantes.
He leído de los grandes cambios que realizó Holanda en los años 60 para ser un lugar amigable para los ciclistas. Así como en la ciudad europea, hay cientos de sitios adaptados para quienes prefieren un vehículo liviano.
Portoviejo y Manta están haciendo espacios diferenciados y señalizados para ciclistas, pero el tema de la educación vial deja mucho que desear.
Quizás los excesos son malos. Vi en un reportaje que hay más bicicletas que personas en Países Bajos (antes Holanda), hay chatarrerías y también robos de este medio de transporte a diario. Lo de los robos es un punto negativo también en las ciudades ecuatorianas. Sumado esto, los incontrolables velocistas, y no me refiero a Richard Carapaz o Jonathan Narváez, sino a los conductores que no respetan las señales de tránsito ni los límites de velocidad. Portoviejo cuenta con una ciclovía de 5 kilómetros y la idea es que grandes y chicos disfruten los fines de semana; pero se requiere del mutuo respeto. También hay ciclovías en los principales parques y para los que gustan de caminos más difíciles está La Tomatera y en Manta El Aromo (Bosque Encantado).
Producto del irrespeto al ciclista, ya se han registrado accidentes, inclusive con pérdidas de valiosas vidas humanas.
Hago un llamado a los gobiernos autónomos, Policía, Ministerio del Deporte
“CUANDO SE EXAGERA UN SENTIMIENTO, DESAPARECE LA CAPACIDAD DE RAZONAR”