A TENER LISTA LA MOCHILA DE EMERGENCIA POR EL NIÑO
PREVENCIÓN. EL EQUIPO DEBE SER REVISADO POR LO MENOS UNA VEZ CADA TRES MESES, SOBRE TODO PARA ASEGURARSE DE QUE SUS ELEMENTOS NO ESTÉN CADUCADOS.
El Niño conlleva otros eventos que podrían forzar a familias y comunidades a huir en busca de un refugio.
Por ello, según la Secretaría de Gestión de Riesgos, es importante tener un plan de acción ante percances y la necesidad de abandonar el hogar. Un componente vital, ante estos casos, es una mochila de emergencia. Este implemento brindará elementos útiles para la protección de los miembros, según la entidad.
La mochila debe cumplir con tres puntos clave: acceso, material y contenido. Con respecto al acceso, debe ser ubicada en un sitio estratégico, por ejemplo, junto a la puerta de entrada o en el garaje; todos los habitantes de la casa deben saber qué contiene. Su contenido debe servir durante las siguientes 24 horas y el material de la mochila debe ser impermeable y ligero, ya que los ciudadanos deben ser capaces de moverla sin mayor problema.
Un bolso de emergencia podría alcanzar para tres personas, dependiendo de su tamaño.
ELEMENTOS. Lida García, de la Dirección de Fortalecimiento y Desarrollo de Capacidades en Gestión de Riesgos, dice que un elemento clave en las mochilas de emergencia es una radio a baterías, ya que es necesario que los damnificados se encuentren atentos a los anuncios y noticias para ser alertados de algún próximo incidente o eventualidad.
Descarta que se contemple dentro de la mochila los dispositivos móviles, pues pueden quedarse sin batería en caso de que algún evento extremo corte el servicio de energía eléctrica.
Kléber Guerra, exdelegado de esa institución, indica que la mochila debe contener prendas de vestir de cada miembro de la familia; apuntes con direcciones, números telefónicos; documentos personales; medicina para personas que puedan sufrir enfermedades catastróficas; alimentos enlatados, agua, vituallas, productos de aseo personal, entre otros accesorios. Guerra señala que no existe una norma general que establezca dónde se debe ubicar el bolso, porque cada edificación es distinta. “Cuando vamos a evacuar una residencia, lo importante es no perder la calma, y dentro de la preparación del plan de emergencia familiar lo que se hace es establecer funciones de responsabilidad a cada uno de los miembros”, explica.
PLAN DE EVACUACIÓN. Un bolso de emergencia es tan solo una de las diferentes medidas de prevención posibles. La funcionaria de la Secretaría de Gestión de Riesgos detalla que los ciudadanos deben plantearse las rutas de evacuación de todos los sitios a los que acuden, iniciando por su vivienda, trabajo y otros espacios recurrentes.
Las autoridades han establecido puntos de encuentro en varias zonas de la ciudad. “Es necesario que se hagan la pregunta “¿por dónde podría evacuar?”, incluso cuando salen de vacaciones y están en una ciudad que no conocen”. La identificación de los espacios es una medida de prevención, pues en el momento de la emergencia no hay tiempo. En el caso de inundaciones por el fenómeno El Niño, se recomienda trasladarse a espacios de mayor altura, más aún cuando ya se ha dado un desbordamiento antes. La Secretaría de Gestión de Riesgos aconseja revisar la mochila de emergencia, por lo menos cada tres meses, para cambiar alimentos o medicinas caducados. Asimismo, lo ideal es revisar el estado del agua y los dispositivos electrónicos como la linterna y la radio.