Le tocó luchar contra racismo
LA SUPERMODELO BRITÁNICA NAOMI CAMPBELL CUENTA SU EXPERIENCIA SOBRE LO QUE SINTIÓ AL SER RECHAZADA DEBIDO A SU COLOR DE PIEL.
53 años Tiene la empresaria y supermodelo británica.
La supermodelo británica Naomi Campbell abrió su caja de Pandora para recordar los grandes golpes que sufrió en su carrera, antes de convertirse en la top model más requerida por firmas de moda.
Nacida en Londres en 1970 y criada sólo por su madre, ella supo que el racismo trataría de frenarla cuando aterrizó en la industria a los 15 años, por lo que decidió ser fuerte e imponerse.
> NO TENÍA LAS MISMAS OPORTUNIDADES. Campbell en una reciente entrevista para la serie documental ‘Las supermodelos’ desnudó el menosprecio que cargó sobre sus hombros en los años 90 por no ser blanca. “Algo que era real es que por ser negra no tenía las mismas oportunidades que tenían otras modelos como Linda Evangelista y Christy Turlington en aquel entonces. Yo hacía shows maravillosos, llevaba esos vestidos hermosos, pero cuando llegaba la hora de hacer publicidad, no me incluían. Y eso solía dolerme mucho”, contó la belleza.
Además, explicó que con frecuencia los diseñadores y marcas la llamaban para hacerle creer que iban a contratarla.
“Pero lo que realmente sucedía era que pasaba sentada de 9 a 6 de la tarde, todo el día, y no me usaban. Esto me hizo más determinada que nunca, para que nunca me trataran así, que nunca me pusieran en esa posición de nuevo”, sentenció.
“Era difícil ser una mujer negra, francamente y definitivamente recibí el bastón muchas veces”, acotó. Naomi Campbell fue y sigue siendo un torbellino en el mundo de la moda. Fue la primera mujer afrodescendiente en aparecer en una portada de las revistas Vogue y Time de las supermodelos más poderosas de los 90 y un terremoto único sobre la pasarela.
Reconoce que las mujeres de color han sido maltratadas por la industria de la moda y que ella llegó a ser estereotipada por su raza y tratada como un objeto. Al principio intentaron que posara vestida de sirvienta y siempre la peinaban con rastas.
A pesar de todo, no consiguieron aplastarla ni silenciarla, se asegura.