Importancia del censo en la demografía
La demografía implica retos y oportunidades relevantes para los gobiernos locales y principalmente para el Gobierno Nacional. Esta dinámica geográfica aporta aspectos importantes de la realidad de la estructura socioeconómica, espacial-temporal y demográfica del país; la problemática poblacional es objeto para la planificación del desarrollo y ordenamiento territorial y resulta un componente básico para la construcción de variables e indicadores en la gestión territorial.
El perfil demográfico del censo de población, vivienda y comunidades Ecuador 2022 dio como resultado la cifra poblacional de 16’938.986 habitantes (por debajo de la proyección estimada), con mayor porcentaje de mujeres en el país, con 8’686.463, que representa el 51,3 %, mientras que los hombres alcanzan los 8’225.523, que constituye el 48,7 % de la población. Hay otros aspectos también relevantes en la dinámica urbana que demuestra que la mayoría de la población se concentra en zonas urbanas, con un 61,3 % y el 36,9 % en las zonas rurales, siendo las provincias del Guayas, Pichincha y Manabí las que concentran el 53,5 % de la población. Desde el 2010 hasta el 2022, Ecuador creció 2,5 millones, esto refleja lo que sucede a escala global que apunta a un proceso de transición demográfica, la ralentización del crecimiento poblacional y el equilibrio en la tendencia demográfica con el decrecimiento de la tasa de natalidad y la tasa de mortalidad.
La importancia que tiene este proceso es fundamental para conocer la distribución territorial, la densidad poblacional, la concentración, dispersión, limitantes del sistema urbano e incidencia de los factores demográficos; precisamente, es la base para la elaboración de planes de desarrollo y formulación de proyectos públicos y privados, pero que deben tener un enfoque prospectivo para prever las consecuencias de la evolución de la población. Frente a este panorama territorial, los resultados poscenso conllevarán a desafíos económicos y sociales, para redefinir y establecer políticas públicas y encaminar el desarrollo y la gestión territorial. Es importante analizar esta dinámica desde varios enfoques, como la urgencia de democratizar bienes y servicios, redistribución equitativa del erario público, la contaminación ambiental, la sostenibilidad, la inseguridad y el bienestar colectivo. Frente a los desafíos poscensal, la gobernanza tiene un rol importante en la articulación de los niveles de gobierno y en la transversalidad multisectorial que plantea gestionar eficientemente la planificación territorial para crear el escenario más deseado en los próximos años, garantizando un territorio equitativo, cohesionado, fomentando una cultura de paz, de seguridad, y fortaleciendo una sociedad democrática libre de corrupción.