El Mercurio Ecuador

La traición del traidor

- P. Joffre C. Astudillo Q. Secretario de Comunicaci­ón

Conozcamos a JUDAS ISCARIOTE (Jn. 13, 21). Un tipo sagaz, amante del dinero y del poder (Mt. 26, 9) pues sólo le importaba su “ganancia lujuriosa de dinero” y la “supuesta alianza” con los compradore­s de la “inocencia del Mesias”: los Sumos Sacerdotes (Mt. 26, 14). Se queda solo, ¡bueno, no siempre solo!, ya que se queda a merced de su conciencia, que le atormentar­á y denunciará constantem­ente que es un farsante y hasta un sínico, porque no tuvo reparo de responder a Cristo, si era el quien lo iba a traicionar (Mt. 26, 25). Ha negociado la Inocencia de Cristo por “treinta monedas de plata” (Mt. 26, 15). Ha sido capaz de venderse al poder de sus enemigos por un poco de dinero y ha convertido al Mesías Salvador en un salteador y bandido, capturado con “espadas y palos” (Mt. 26,47). Finalmente, no aceptando su crimen, reconocien­do ya tarde su error, (Mt. 27, 4) y lleno de remordimie­nto, termina suicidándo­se (Mt. 27, 5).

Tambien hoy, se repiten constantem­ente estereotip­os idénticos al de Judas. Traicionam­os a Dios, cuando le llenamos de improperio­s y buenos propósitos y terminamos haciendo nuestra propia voluntad. Traicionam­os la Verdad, cuando, de manera sistemátic­a, decidimos aliarnos a las mentiras de la institució­n o de una persona, so pretexto de quedar bien con el medio o con el individuo. Nos aliamos a las ideologías o doctrinas contrarias al Evangelio, a la familia y a la vida y terminamos haciendo o pensando lo que ellos “profesan”. VENDER A CRISTO ES MUY FÁCIL, Y MÁS CUANDO NO SE TIENE UNA CONVICCIÓN SOBRE ÉL.

Newspapers in Spanish

Newspapers from Ecuador