Derechos
Pascual del Cioppo no llegó a recibir el beneplácito de España y debió excusarse de asumir el cargo.
Los Saparas presentaron un recurso legal contra la entrega de una parte de su territorio.
Sin ni siquiera haber presentado las cartas credenciales ante el Rey Felipe VI, el político Pascual del Cioppo se excusó de asumir el cargo de embajador de Ecuador en España, tras provocar una serie de inconvenientes producto de declaraciones a los medios de comunicación.
El político, que llegó a la designación diplomática tras renunciar a más de 40 años de militancia en el Partido Social Cristiano (PSC), aseguró en una entrevista que la Embajada de Ecuador, durante el Gobierno de Rafael Correa, había suscrito acuerdos supuestamente irregulares con una empresa vinculada al partido español de izquierda Podemos para la defensa de los ecuatorianos con problemas hipotecarios.
Posteriormente, Pascual del Cioppo, esta vez ante el medio español OK Diario, negó tener los contratos para probar lo declarado y afirmó que no interferiría en la política interna de España, aunque ya lo había hecho.
El periódico agravó más la situación al titular la noticia afirmando que el presidente Guillermo Lasso le pidió al embajador ocultar los pagos a Kinema, pero esto fue negado por Cancillería.
Lo sucedido pone en la mira la calidad de los diplomáticos que son producto de la designación política de los presidentes de la República y que en algunas ocasiones carecen de la preparación necesaria para asumir estos cargos.
Un filtro
Para el exvicecanciller Marcelo Fernández de Córdova, estas personas deberían pasar por un filtro, como sucede en otros países, y someterse a inducción antes de asumir los cargos.
“En otros países deben pasar por tamices. En Estados Unidos la Comisión de Relaciones Exteriores del Senado les hace una especie de examen, si no lo pasan no son designados. Acá la ley permite designar a cualquiera. Está dentro de sus facultades del presidente de la República; pero se debe tener cuidado. No basta con que sea su amigo o un político destacado de 40 años, porque igual puede pasar como ahora, que afectó tanto al país de acogida como al Ecuador”, afirmó el diplomático.
Sin embargo, para Fernández de Córdova la elección de un diplomático no es sencilla, pues no solo debe cumplir con lo que establece la ley, sino también con normas que no están escritas y que incluyen el sentido común y el respeto a la política interna del país al que se llega.
Asunto de gobierno
Para el experto en Política Internacional, Santiago Orbe, un diplomático además debe estar comprometido a servir, más que a servirse y beneficiarse de la misión a la que se le asigne; pero también debe alinearse al lugar en el sistema internacional que el
Gobierno de turno decida ubicarse, lo cual, para el experto, todavía no es claro para el Gobierno actual.
“El presidente debe definir el lugar que ocupará en el sistema internacional, lo cual debe estar claro para los diplomáticos, quienes además deben tener conocimiento de seguridad, defensa, cooperación, Derechos Humanos, migraciones, son temas que son encausados y cruzan por la línea del servicio exterior”, señaló Orbe. (ASM)-(I).