El Mercurio Ecuador

“Ser como un grano de café”

- Saúl Chalco Quezada Consejo Consultivo Nacional de Adultos Mayores

El discípulo preguntaba a su maestro acerca de la vida y porque las cosas le resultaban tan difíciles. No sabía cómo hacer para seguir adelante y creía que se daría por vencido. Estaba cansado de luchar. Le parecía que cuando solucionab­a un problema, aparecía otro.

Su maestro lo llevó a la cocina del monasterio. Allí llenó tres ollas con agua y las colocó sobre el fuego candente. Pronto el agua de las tres ollas estaba hirviendo. En una colocó zanahorias, en otra, huevos y en la última, granos de café. Y las hizo hervir sin decir palabra.

El discípulo esperó impaciente­mente, preguntánd­ose qué estaría haciendo su sabio maestro.

A los veinte minutos apagó el fuego. Sacó las zanahorias y las ubicó en un tazón. Sacó los huevos y las colocó en otro plato. Finalmente coló el café y lo puso en un tercer recipiente.

Mirando a su extrañado discípulo le dijo: “¿Que ves?” “Zanahorias, huevos y café”, fue su respuesta.

Le hizo acercarse y le pidió que tocara las zanahorias. Lo hizo y notó que estaban blandas. Luego pidió que tomara un huevo y lo rompiera. Luego de sacarle la cascara, observó el huevo duro. Luego le pidió que probara el café. El discípulo sonrió mientras disfrutaba de su rico aroma y humildemen­te preguntó: “¿Qué significa esto?”.

El sabio maestro explicó que los tres elementos habían enfrentado la misma adversidad: agua hirviendo, pero habían reaccionad­o en forma diferente.

La zanahoria llegó al agua fuerte, dura; pero después de pasar por el agua hirviendo se había vuelto débil, fácil de deshacer. El huevo había llegado al agua frágil; su cáscara fina protegía su interior liquido; después de estar en agua hirviendo, su interior se había endurecido. Los granos de café sin embargo eran únicos: después de estar en agua hirviendo, habían transforma­do el agua.

“¿Cuál eres tú?”, le preguntó. “Cuando la adversidad llama a tu puerta, ¿Cómo respondes? ¿Eres una zanahoria que parece fuerte pero cuando la adversidad y el dolor te tocan, te vuelves débil y pierdes tu fortaleza?

¿Eres un huevo, que comienza con un corazón maleable? ¿Poseías un espíritu dúctil, pero después de una muerte, de una separación, o de un problema te has vuelto duro y rígido?

Por fuera te ves igual, pero ¿te has vuelto amargado y áspero, con un espíritu y un corazón endurecido?

¿O eres como un grano de café? El café cambia al agua hirviente, el elemento que le causa dolor. Cuando el agua llega al punto de ebullición el café alcanza su mejor sabor. Si eres como el grano de café, cuando las cosas se ponen peor para ti, reaccionas mejor y haces que las cosas a tu alrededor mejoren.

Newspapers in Spanish

Newspapers from Ecuador