“Se requiere de un tercero neutral”
Geovanni Sacasari, profesor de la Facultad de Jurisprudencia y Ciencias Políticas y Sociales de la Universidad de Cuenca.
Geovanni Sacasari, doctor en jurisprudencia, es profesor de Derecho Civil y Procesal Civil en la Universidad de Cuenca y en la Universidad del Azuay (UDA).
Igualmente se ha desempeñado como arbitro en derecho en el Centro de Arbitraje de las Cámaras de la Producción del Azuay; y es investigador en mediación.
Asimismo, es exconjuez de la Corte Provincial de Justicia de Azuay y docente de maestrías en la materia de derecho procesal en la Universidad Simón Bolívar.
- ¿Qué se requiere para que dos sectores como la CONAIE y el Ejecutivo, que actualmente son completamente antagónicos, puedan ir a una mediación?
Cuando se habla estrictamente de la mediación esta requiere de un tercero que tenga la característica de neutral, que convoque a las partes en conflicto y que tenga la posibilidad, de acuerdo con sus destrezas y habilidades, de conseguir que acerquen sus pretensiones. Esta es la clave para una mediación.
- Debería ser un mediador que goce de legitimidad
La mediación en asuntos particulares siempre necesita de un mediador que tenga la formación y que sea autorizado por la ley para obrar como mediador. Pero en el caso de este tipo de mediación, que tiene el carácter de política, lo que se requiere, yo diría desde mi puesto de vista, es de alguien que tenga sobre todo autoridad moral en el país, que tenga representatividad, que sea reconocido, que socialmente, entre todos los pobladores, tenga peso...
- ¿Puede ser la Iglesia?
Sería ideal porque creo que es de las menos atacada siempre, creo que es una de las instituciones con mayor peso socialmente y creo obviamente en su dosis de imparcialidad, al menos en lo mayoritario...
- ¿Pueden ser también las universidades?
Yo creo que la gente se sintiese más tranquila con la iglesia católica, además recordando de que históricamente eso ha sido posible. Ahora probablemente tengamos un defecto si es que hace de mediadora la iglesia, porque tras las negociaciones y conversaciones para lograr solventar los inconvenientes pueden estar de por medio temas técnicos y obviamente la Iglesia no creo yo que esté preparada para enfrentar ese tipo de cosas con éxito, entonces siendo un buen mediador la Iglesia teóricamente, podría ser que en la práctica sea insuficiente la labor que pueda desempeñar… Allí por ejemplo las universidades, a través de sus máximos representantes, los rectores y los asesores,, podrían cumplir un rol extraordinariamente bueno.
- ¿Un buen mediador podría ser también un organismo internacional?
Claro, con mayor razón, por ejemplo las organizaciones vinculadas a derechos humanos, vinculadas con la paz, que tienen bastante peso a nivel internacional, sería lo óptimo. Es más, en los diferentes conflictos, sobre todo los que se dan entre países, siempre se ha optado por aquello, eso es lo obvio y lo óptimo porque además allí garantizamos no solamente el tema de conocimiento sino garantizamos el tema de imparcialidad pura, porque se sobreentiende que esos organismos ya no tiene ninguna otra intensión, sino que efectivamente se solucione los conflictos porque no están vinculados internamente a nadie...