Se radicaliza la violencia
La desmilitarización de la Casa de la Cultura fue una de las exigencias de la Conaie, que sigue en su postura cerrada.
Pasado el mediodía de este jueves, Francisco Jiménez, ministro de Gobierno, informó públicamente que habían decidido acceder a una de las cuatro condiciones que puso Leonidas Iza, presidente de la Confederación de Nacionalidades Indígenas (Conaie), para iniciar el diálogo: se retiraría a la Policía de la Casa de la Cultura y se les permitiría el ingreso.
Sin embargo, el líder de la protestas se mantiene en sus exigencias.
“Para que no haya violencia, pero tampoco excusas, hoy vamos a permitir que las organizaciones sociales, lideradas por la Conaie, se convoquen y dialoguen en el ágora de la Casa de la Cultura, de manera que puedan llevar a cabo su asamblea con orden y bajo su responsabilidad”, afirmó Jiménez, quien asumió la vocería total del tema, una vez que el presidente Guillermo Lasso ha dado positivo a covid-19.
En cuanto el Gobierno autorizó el ingreso, miles de indígenas que se encuentran en Quito, divididos en las universidades Salesiana y Central, marcharon rumbo a las instalaciones de la Casa de la Cultura en donde, como ha anunciado el propio Iza, realizarán una asamblea para definir los lineamientos que tendrá el diálogo con el Gobierno.
Con la medida adoptada, según Jiménez, el
Gobierno busca que el diálogo se concrete y retorne la paz al país. “Tiene como único propósito que cesen los cierres de vías, las manifestaciones violentas y los ataque en distintos lugares de nuestro país, y exige como respuesta la libre movilidad de personas y de bienes, especialmente alimentos y medicinas y que la protesta social se realice en el marco de la ley”, afirmó.
Pero Iza fue tajante: no está dispuesto a aceptar nada menos que el cumplimiento total de las 10 exigencias que ha planteado. “Aquí son los 10 puntos y punto, y si por ese efecto, se cae (el Gobierno), no es nuestro problema”, señaló en su discurso en el ágora de la Casa de la Cultura.
Minutos antes, en la Universidad Central, se había pronunciado en el mismo sentido: “regresamos con el triunfo de los 10 puntos, si no quiere escuchar esos 10 puntos, no nos vengan a culpar que pase a otro escenario, aquí este pueblo rebelde va a mantenerse firme”, dijo.
Muestra de debilidad
Para el politólogo Alfredo Espinosa, la postura de Leonidas Iza, al mantenerse intransigente es una muestra de que el mensaje que pretende transmitir el Gobierno, de acceder a los pedidos de la Conaie a cambio de la paz, está llegando al líder indígena de forma distorsionada, quien lo interpreta como un signo de debilidad de las autoridades.
“Iza tiene una sola consigna, que es tumbar al Gobierno. Durante estos 11 días del paro nacional lo único que ha hecho es ganar tiempo con chantajes e imposiciones para que, en la Asamblea, de mayoría opositora, se consigan los votos para tumbarlo. El Gobierno no puede ceder más, porque él lo toma como muestra de debilidad y eso lo empodera más”, dijo el experto. Quito.- (I)