Cumbre G7, otra vez sin Putin y volcada en Zelenski
El tema central de los más poderosos girará en torno a la guerra y la advertencia de una hambruna mundial.
El castillo y hotel de lujo de Elmau, en Baviera, recibe este domingo por segunda vez una cumbre del G7, de nuevo sin el presidente ruso, Vladímir Putin, y con los líderes de las grandes potencias volcados en la Ucrania de Volodímir Zelenski. Siete años después de la cita de los poderosos, a 1.000 metros de altura y entonces con la alemana Angela Merkel y el estadounidense Barack Obama como líderes de referencia, Elmau vuelve a acorazarse para una cumbre donde el tema dominante es la guerra.
La cumbre de 2015 fue ya la primera, tras la larga serie del llamado G8 -es decir, con Rusia- en que ese país había quedado apeado del club. A la anexión de Crimea, en 2014, siguió la exclusión de Rusia, aunque seguían en pie muchos puentes con el Kremlin.
La invasión rusa a Ucrania rompió ahora la baraja: Berlín acusa a Moscú no solo de la brutal agresión bélica al país vecino, sino también de usar como arma de guerra su gas y el trigo ucraniano bloqueado.
“Hay en el G7 una cohesión nunca vista a favor de apoyar a Ucrania”, afirmaban estos días fuentes gubernamentales alemanas, ante la nueva cita entre los líderes de Estados Unidos, Canadá, Japón, Reino Unido, Francia e Italia, además de Alemania, que ejerce la presidencia de turno del grupo.
Desafío energético
La primera jornada estará marcada por la bilateral entre Biden y Scholz, tras las habituales fotos de familia y plenarios. A Zelenski se le reservará un papel protagonista el lunes, con una intervención virtual. Los nuevos aportes armamentísticos o financieros no es lo único que estará sobre la mesa. El G7 abordará los estragos económicos de la guerra, la inflación y las alarmas activadas en potencias con alto grado de dependencia energética respecto a Rusia, como es Alemania.
Combate climático
Scholz aspira a dar un impulso decisivo a su denominado “Club del Clima”, que deben integrar una serie de países de forma voluntaria, lo que el canciller espera se traduzca en una adhesión de amplio espectro. El objetivo común debe ser avanzar tanto hacia la descarbonización, como a unos mecanismos de asociación con los países más pobres; es decir, los que más sufren las consecuencias de la crisis climática.
Argentina, por América Latina
Alemania ha invitado a este G7 bajo su presidencia a los líderes de cinco países de gran relevancia, tanto energética como en la búsqueda de materias primas. Se trata de India, Indonesia, Senegal, Sudáfrica y Argentina, representante de toda América Latina y el Caribe. Elmau (EFE)-(I)