Fernández sentenciada a seis años de prisión
LA JUSTICIA considera que la Vicepresidenta de Argentina es culpable de administración fraudulenta de fondos públicos.
La primera condena judicial que la vicepresidenta argentina, Cristina Fernández, recibe por hechos de corrupción durante sus mandatos como presidenta (2007-2015), es por ahora el último capítulo de su engrosado historial judicial, que incluye varias acusaciones. En algunas de estas fue, al menos por ahora, sobreseída.
La líder del peronismo kirchnerista, que tiene inmunidad hasta diciembre de 2023, cuando termina su mandato como vicepresidenta, fue sentenciada ayer a 6 años de prisión por ser considerada culpable de administración fraudulenta de fondos públicos en la concesión de obras públicas.
Para ser efectiva, esa condena deberá transitar un largo peregrinaje hasta ser, en un futuro que no se vislumbra cercano, refrendada o rechazada por la Corte Suprema. Mientras, el derrotero judicial de Cristina, como la conocen sus seguidores y detractores, sigue su curso.
Los procesos
Desde que en 2016, tras culminar su segundo mandato, fue procesada por primera vez -en una causa por supuestas irregularidades en operaciones con contratos de futuros de dólar durante su Presidencia-, multitud de imputaciones fueron emergiendo.
Ya fuera por presuntos negocios espurios con empresarios mediante Hotesur y Los Sauces, sociedades inmobiliarias de su propiedad, o por encabezar una enorme red de cobro de sobornos en la mediática “Causa de los cuadernos”. También por el uso de aviones oficiales para enviar periódicos a su residencia en el sur del país o por atesorar documentos históricos que, según el juez, deberían estar en manos del Estado.
“Lo único que les falta es acusarme de la muerte de Kennedy”, llegó a decir Cristina en 2016, cuando se reabrió el expediente en el que se la acusaba de haber querido encubrir, mediante un pacto con Irán, a los sospechosos de ese país de cometer el atentado contra una mutua judía de Buenos Aires en 1994.
Aforada entonces por ser senadora, evitó entrar en prisión pese a las órdenes de detención contra ella.
Reiteradamente, la viuda del expresidente Néstor Kirchner (2003-2007) -fallecido en 2010 pero también sospechado en algunas de las causas- ha negado las acusaciones y asegurado que responden a una persecución judicial impulsada por el exmandatario Mauricio Macri (2015-2019) junto a los medios de comunicación “hegemónicos”.
En mayo de 2019, con Macri -que siempre insistió en que no influyó en la Justicia- aún en el Gobierno, comenzó el hasta ahora único juicio celebrado en su contra, concluido ayer. (EFE)-(I)
Hija de una empleada estatal y un conduc- tor, Cristina Fernández estudió Derecho en su natal La Plata. Allí en 1974 conoció a Kirchner, con quien compartió militancia.
Tras enviudar, fue reelegida en 2011 con un 54 % de votos, para un último mandato que quedó marcado por polémicas decisiones como la expropiación de YPF.