El adecuado cuidado profesional al adulto mayor
vida y el proceso de la muerte.
En el caso concreto de los pacientes gerontológicos cobran especial importancia los cuidados paliativos que se administran por equipos interdisciplinarios de médicos, personal de enfermería, psicólogos, trabajadores sociales y otros profesionales, que atienden las necesidades físicas, psicológicas, sociales, emocionales y espirituales de los pacientes con enfermedades que no responden a un tratamiento curativo, sin posibilidades razonables de mejoría y con una muerte previsible a corto plazo, con el propósito de conseguir la mejor calidad de vida posible y de prevenir y aliviar el sufrimiento, tanto del paciente como de su familia, así como proporcionar ayuda y recursos para enfrentarse a la fase final de la existencia para morir en paz.
Es importante la observación de la bioética, que es una disciplina que pretende analizar racionalmente los valores y los aspectos éticos implicados en la salud, la enfermedad, la vida y la muerte de seres humanos y sus relaciones con los restantes seres vivos. En ese sentido, proporciona un método y un procedimiento adecuado para la identificación y el análisis de los problemas éticos de la gerontología. El punto de partida bioético es doble: de una parte, la redefinición de los fines de la gerontología y del resto de profesiones asistenciales en el cuidado del adulto mayor; de otra parte, el abandono del modelo paternalista de relación clínica por un modelo basado en la dignidad, la autonomía y los derechos del paciente.
Otros aspectos éticamente importantes en gerontología se refieren a los procesos de información, la protección de la intimidad y la confidencialidad, el maltrato, la investigación en adultos mayores o el papel de los cuidadores. Atención especial merecen los problemas éticos del final de la vida, que requieren distinguir y valorar éticamente sus escenarios más relevantes: eutanasia, limitación del esfuerzo terapéutico, rechazo de tratamiento y sedación. Por último, se analiza cuáles son los deberes profesionales personales y sociales en relación con un cuidado justo de la salud de la persona adulta mayor.
Todo lo señalado debe ser observado estrictamente en el adecuado cuidado profesional.
Saúl Chalco Quezada Concejo Consultivo Nacional de Adultos Mayores.