El tradicional bejuco ‘plazarte’
Compañero del trabajo del campo y de las fiestas, este vegetal es indispensable en la indumentaria del montuvio; se puso de moda en Baba a mediados del siglo XVIII.
Desde la época de la Colonia el bejuco (fibra vegetal) era muy usado en el campo por los montuvios y por los llamados “blancos” para arrear y contar ganado, además de usarse como látigo para el caballo, pero también servía frecuentemente para espantar culebras y como bastón o compañero de fiestas, ya que su uso “se hace vicio” y se dice en las fiestas del campo que “montuvio sin plazarte no es montuvio”.
Su nombre viene de Juan Bautista Platzaert, acaudalado cacaotero español, comisario de Caballería de Baba, quien en 1740 lo puso de moda en Baba (provincia de Los Ríos) y luego su uso se hizo común en toda la zona montuvia del Ecuador, y hasta el día de hoy todo montuvio que se precie de serlo tiene dos o tres ‘plazartes’ de la mejor calidad y algunos le tallan figuras de caballos o toros en el nudo superior para darle más elegancia y distinción.
Con mi amigo el botánico Jame Pérez hemos determinado que la planta que lo produce es la Amphilophium ecuadorense, planta silvestre nativa de la Costa de Ecuador y de la familia Bignoniaceae.
Un interesante dato para reconocer si el bejuco es plazarte o no, es el que nos da Aurelio Véliz, gran caballista y montuvio de Vinces, que dice que
‘Amphilophium ecuadorense’ es una liana o planta trepadora silvestre, nativa de la Costa de Ecuador; pertenece a la familia ‘Bignoniaceae’.
hay que “meterle la uña al bejuco”, y si huele a orina de caballo, ese sí es plazarte.
Se sabe que un buen montuvio siempre viste en los “festivos” con su camisa “cotona”, su sombrero ‘Montecristi’, sus espuelas “roncadoras”, su poncho costeño y su inseparable bejuco plazarte.