Cierre, auditoría y freno a dragado en la Prefectura
Prefecto espera lanzar nuevo concurso para la intervención del río Guayas.
Cuatro lonas en la fachada de la Prefectura del Guayas anunciaron ayer al público que esta entidad pública cierra sus puertas por dos meses, aunque el prefecto Carlos Luis Morales anunció que puede ser más tiempo.
Morales advirtió que Deloitte hará una auditoría a la anterior administración, ratificó el fin del contrato con el Servicio de Dragas de la Armada y ordenó al fiscalizador abstenerse de poner visto bueno a planilla alguna.
El prefecto Carlos Luis Morales ratificó ayer el término unilateral del contrato con el Servicio de Dragas de la Armada del Ecuador y ordenó al fiscalizador de la obra que “se abstenga de poner visto bueno a planilla alguna”, además de entregarle “un estado detallado del caso hasta el jueves 23”.
Morales, cuyas funciones se iniciaron el miércoles 15, señaló que el edificio de la Prefectura permanecerá cerrado durante 60 días o más, y anunció que la firma Deloitte está a cargo de una auditoría respecto a la anterior administración.
En una rueda de prensa de 8 minutos y en la que no aceptó preguntas de la prensa, el funcionario –que fue presentador de noticias– refirió que está en curso un examen en materia financiera, administrativa y laboral, y que abarca el estado de las maquinarias y de las instalaciones de la sede del organismo.
“El saldo en caja que recibí en el primer día que asumí no representa la magnitud de la gestión que necesita y merece el Gobierno de Guayas”, expuso la nueva autoridad provincial.
Morales sucede a Jimmy Jairala. Él fue prefecto entre julio del 2009 y diciembre del 2018. Dejó el cargo cinco meses antes del fin de su segundo periodo, por su postulación a alcalde de Guayaquil. En ese lapso, Mónica Becerra fue la prefecta.
El 18 de abril del 2018, Jairala firmó el contrato de dragado con el Servicio de Dragas de la Armada, luego de un proceso fallido. La inversión prevista es de $ 58’814.502 para el retiro de 4,5 millones de metros cúbicos de sedimentos del río Guayas en torno al islote El Palmar, con dos años de plazo. Pero en el transcurso de doce meses ha habido ajustes.
Morales aseguró que los estudios no han sido los adecuados y que la draga no ha llegado. Estimó que las tareas pudieron contratarse a menor costo y señaló que espera “convocar bajo una modalidad legal, transparente y con precios convenientes el respectivo nuevo concurso para acometer la ejecución de tan necesaria obra”.
El 20 de abril, casi un mes después de ganar las elecciones con auspicio del PSC, Morales anunció que al asumir el cargo terminaría el contrato. Días antes, el aún alcalde Jaime Nebot,
líder del PSC, hizo el pronunciamiento a nombre de él.
Antes de despedirse, Morales invitó a la prensa a recorrer las instalaciones de la Prefectura. Sus asistentes dirigieron a periodistas a la terraza del edificio de cinco plantas, donde hay una caseta de control de sistemas electrónicos. Se observó un panel de tarjetas electrónicas y cerca a este una refrigeradora. El comentario de los servidores fue que allí se había adecuado una especie de suite.
“El estado físico de las instalaciones es lamentable”, había dicho Morales, dentro de la lectura de un comunicado, que incluyó también el anuncio de la concesión de la vía Jujan-Babahoyo-Quevedo-Puebloviejo, en plan coordinado con su par de Los Ríos.