Más de 60 días
Varios acontecimientos violentos en centros de rehabilitación social del país han dejado al descubierto la grave situación que se vive en su interior. El problema más evidente es el hacinamiento. En todo el país hay capacidad para 27.000 personas privadas de libertad, pero en la actualidad en los centros de rehabilitación social hay 41.000. A esto se suman otros problemas que van desde el ineficiente control que permite que los internos tengan en su poder teléfonos celulares y armas de fuego, hasta la escasa preparación específica de quienes allí laboran. Esto ha llevado al Ejecutivo a decretar el estado de emergencia en los centros de rehabilitación social, por 60 días.
Sin embargo, hace falta un tratamiento más profundo que parta de una definición de la misión de los centros de rehabilitación y establezca las actividades adecuadas para cumplirla, desde mecanismos eficaces de control y alternativas para el uso del tiempo de los detenidos, hasta métodos para organizar la vida cotidiana y, en algunos casos, atención psicológica personalizada y, por supuesto, capacitación específica para quienes trabajan en los centros. Se necesita bastante más de 60 días.