CRUCES ILEGALES TRABAN CONTROL DE MÉXICO
Trochas para cruzar ilegalmente complican compromiso del Gobierno mexicano.
La visión que tiene el gobierno de Andrés Manuel López Obrador sobre el control de ingreso de migrantes dista de la realidad que se vive en la frontera con Guatemala.
Jornaleros, hombres con niños a caballo o agricultores atraviesan a Guatemala por las fangosas aguas del río Suchiate por una parte poco profunda. Así transcurre cada día en el poblado de Frontera Hidalgo, México, donde no solo los migrantes cruzan el río, sino también los locales.
El gobierno de Andrés Manuel López Obrador indicó que el próximo martes completará el despliegue de 6.000 miembros de la Guardia Nacional en su frontera sur y enviará 825 agentes migratorios suplementarios, para cumplir las demandas de EE.UU. de frenar la migración de centroamericanos.
Pero los habitantes del lugar pronostican que la medida no podrá frenar los cruces de migrantes por la porosa frontera, aunque sí podría obligarlos a recurrir a traficantes y a lugares más peligrosos.
El Suchiate fluye de norte a sur hacia el Pacífico en esta parte, el extremo occidental de la frontera sur de 1.122 km con Guatemala y Belice. La secretaria de Gobernación, Olga Sánchez Cordero, dijo que existen al menos 300 puntos conocidos de cruces ilegales, además de 12 puertos de ingreso oficiales.
En otros sitios, la frontera entre México y Guatemala atraviesa una densa selva, con pocos caminos.
Según el Gobierno hay 68 cruces fronterizos que no tienen vigilancia, pero garantizó que muy pronto la habrá.
En lo que va de 2019, unos 300.000 migrantes han ingresado a México.
En medio de plena crisis, el comisionado del Instituto Nacional de Migración mexicano, Tonatiuh Guillén, presentó su renuncia al cargo, sin detallar los motivos de esta.
La renuncia se conoció justo cuando el canciller Marcelo Ebrard es cuestionado sobre un acuerdo alcanzado la semana pasada para evitar que el presidente estadounidense Donald Trump impusiera aranceles a las exportaciones mexicanas.
Trump aplaudió las medidas. “México ha hecho un trabajo estupendo. ¡Ah, 6.000 soldados! Y si no funciona regresamos a medidas muy fuertes”, dijo.
Ebrard también hizo un llamado a la comunidad internacional y a las agencias de Naciones Unidas para que apoyen a México. “No nos dejen solos”, pidió Ebrard.