Hernán Salgado advirtió a los miembros del CPCCS.
Denunció que un ministro del gabinete de Estado le habló de seguirle un ‘juicio político’
El presidente de la Corte Constitucional (CC), Hernán Salgado, advirtió a los miembros del Consejo de Participación Ciudadana y Control Social (CPCCS) que no pueden alterar “una coma” de una sentencia que impide que las decisiones del CPCCS transitorio no pueden ser revisadas.
“Toda institución tiene la posibilidad de examinar, consultar si las decisiones están bien o mal. Si el CPCCS nuevo quiere revisar el dictamen, que lo hagan, eso sí no pueden alterar. Examínenlo, discútanlo, pero no pueden alterar una coma”, dijo ayer.
El presidente del nuevo Consejo, José Tuárez, anunció el jueves último que integrará un equipo de constitucionalistas para que “interpreten” la mencionada sentencia.
Ayer fue el segundo día de funciones de los nuevos consejeros, y Tuárez ya pidió sus primeras disculpas públicas y se quejó de que un ministro del Gobierno de Lenín Moreno lo amenazó con iniciarle un juicio político en la Asamblea.
En un medio de comunicación, el presidente dijo que pedirá otro edificio para el funcionamiento del Consejo al presi
dente Moreno.
“Usted cuando es autoridad tiene que hablar con autoridades de su jerarquía, no de una jerarquía inferior”, expresó.
Ayer afirmó que sacaron de contexto sus declaraciones y pidió disculpas si ha ofendido a alguien. “Retiro las palabras, yo converso con todo el mundo. Sino que fue un momento en que me sentí presionado. Yo hablo con todos. Si me ponen a hablar con personas que no corresponde, en temas de documentación, lucha contra la corrupción, tengo que hablar con quien compete y quien sea posible, pero no pueden ponerme a hablar con Pepito de los palotes”.
También reveló que hay un ministro, cuyo nombre no mencionó, que lo amenaza. “Juicio político, juicio político, todo juicio político... y no puedo actuar bajo ningún tipo de amenaza”, lamentó Tuárez.
Él recorrió ayer el edificio junto a los vocales Rosa Chalá, María Fernanda Rivadeneira, Victoria Desintonio y Walter Gómez, y al mirar una estantería con carpetas comentó que “todo han dejado (los anteriores) a la maldita sea”.