‘Bolillo debe evitar usar adjetivos como ignorantes’
Entre los varios récords que convirtieron a Álex Aguinaga en un futbolista legendario están sus ocho participaciones en la Copa América y los 25 partidos disputados en ese torneo. Ningún otro tricolor lo iguala en esos dos sentidos. El capitán de la primera Selección que jugó un Mundial (2002) habló en el programa City Noticias, de Radio City, de sus expectativas respecto al papel de Ecuador en Brasil 2019, de su malestar por los ataques verbales de usuarios de redes sociales sobre cualquier tema relacionado con el balompié nacional y de su creencia en que ‘nunca’ será tomado en cuenta como candidato a dirigir a la Tricolor. Además, el
Güero , aunque afirma conocer la razón real para que Hernán Darío Gómez diga que asistirá “a aprender” en el certamen de la Conmebol, también le recomienda al colombiano “evitar confrontaciones” y no usar términos ‘hirientes’.
¿Qué espera de Ecuador en un torneo donde casi nunca le va bien a la Selección?
Todos esperamos mucho, queremos que le vaya bien, que alcance éxitos importantes para el fútbol nacional. Pero la realidad nos golpea porque este grupo ha tenido poco tiempo de trabajo y Bolillo no halla el once ideal. Estamos en un momento difícil y no podremos medir en igualdad de condiciones a rivales como Uruguay, que viene trabajando junto hace más de diez años con Washington Tabárez. O Chile, que está en un proceso de regeneración con algunos jugadores nuevos, pero con la base que ganó campeonatos (2015 y 2016). Y Japón, que siempre va a ser una sorpresa por el desconocimiento que se tiene de su fútbol y eso es una gran ventaja para ellos. Tiene elementos conocidos a nivel mundial, pero como selección no los hemos visto mucho.
Excepto en 1993, como local (semifinalista) y 1997 (eliminación en los cuartos, pero invicto), lo demás ha sido pobre para Ecuador en la Copa. ¿Por qué se nos complica tanto el torneo?
Sí han sido malas actuaciones. Yo puedo hablar de las ocho participaciones que tuve y, sobre todo, las tres últimas, que fueron fracasos. En la de 1999 hubo complicaciones extracancha entre jugadores y dirigentes. Minutos antes de saltar a la cancha no había acuerdo (económico) y la cabeza de los futbolistas estaba en cualquier cosa menos en el partido contra Argentina. En el 2001 fuimos a Barranquilla y pública e internamente dijimos debíamos trabajar muy fuerte para calificar al Mundial 2002. Debíamos tomar el torneo para entrenar y unir a la Tricolor y así fue. Los resultados no se dieron, pero se aprovechó el tiempo de entrenamiento y después de esa Copa solo perdimos un juego y clasificamos como segundos de la eliminatoria. En Perú 2004 nos fue mal. El equipo estaba en una franca caída. Intentamos luchar, pero los otros equipos estaban mejor. Argentina, con grandes jugadores; México, que había establecido un recambio. Eran mucho más rápidos que nosotros y eso nos pasó factura. En realidad la Copa América nos ha sido esquiva. A veces Hernán trata de proteger en demasía a los jugadores. Que públicamente diga que vamos a aprender es como sacar el paraguas para proteger a la Selección si las cosas no salen bien; no olvidemos cómo terminó el proceso anterior con (Gustavo) Quinteros. Hubo peleas entre dirigentes, jugadores y cuerpo técnico, y con los aficionados metidos en todo el lío porque ahora, con las redes sociales, cualquiera emite un juicio de valor. Por eso Bolillo, hacia el exterior, trata de proteger (al grupo) de lo que pueda ocurrir en la Copa, pero internamente siempre dice: “Vamos a trabajar para ganar, se jugará cada partido con intensidad”. Nadie va a un torneo con la idea de llegar, participar, jugar y regresarse. Pero ahora, con las redes, ya no solo opina el periodista, sino cualquier persona y nuestro país está completamente dividido. Nada les gusta, nada les parece. Al final esa desunión se vive en el país a todos los niveles.
Según Gómez, los que le reprochan querer ir a Brasil a aprender son ‘ignorantes’. ¿Esa actitud no es tan agresiva como la de Quinteros, que llamó a sus críticos idiotas e imbéciles? Lo de idiotas e imbéciles es una grosería. Lo de ignorantes se puede tomar de otra forma. Yo soy ignorante de muchas cosas que ignoro, pero la manera como lo dice es lo que puede ofender. Si Bolillo lo dijo de una forma hiriente la gente se ofende, como debe ser. Pero si dice que están en su contra porque no han jugado fútbol es otra cosa. Pero ignorante, dicho en la manera en que lo hace, puede provocar un golpe al ego. A nadie le gusta que lo llamen así, aunque sepamos que ignoramos muchas cosas en la vida. Siempre se debe cuidar el vocabulario para evitar confrontaciones y peleas. Hernán debe evitar usar ese tipo de adjetivos, como debió evitarlo
Quinteros. La respuesta ahora es nunca, porque los dirigentes buscan protegerse de la opinión pública. Cuando se lleva a un entrenador de renombre, la gente dice: “Bien, hicieron todo lo que pudieron, gastaron dinero”. Pero cuando arriesgan, entre comillas, con un nacional, la gente critica desde el inicio. “Cómo llevan a un nacional”, “nunca ganó nada”, “no sabe nada”, “es un cero a la izquierda”, “lo único que hizo fue tal cosa”, “no dirigió en ningún lado”. Eso lo sabemos, es pan de todos los días en el país. Torres Garcés tiene razón: no hay muchos DT nacionales en nuestro fútbol. Dirigen poquitos y otros están rezagados. Y está el tema económico: al técnico ecuatoriano le quieren ver las costuras, pero al extranjero le dan lo que pide y tiempo para trabajar. Esa es una historia de nunca acabar. Nos colonizaron hace muchísimos años y nos siguen colonizando. Tiene mayor ventaja el extranjero, y no digo que deban dirigir todos los ecuatorianos, hay muchos extranjeros con años laborando en el país y pueden sentirse más ecuatorianos que los nacidos ahí; tienen derecho a trabajar. Pero la FEF tiene un Instituto y al graduarse no hay trabajo o no encuentran equipo. Eso es lo que sucede en nuestro país. (D)
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En mi caso, o en el de otros técnicos nacionales, tendrá que ocurrir un milagro para que otro ecuatoriano vea credenciales en un compatriota para que pueda dirigir a la Selección absoluta”.
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Nadie va a un torneo internacional pensando en llegar, participar, jugar y regresarse. Eso lo sabe el BolilloGómez. Tal vez su afán de proteger a los futbolistas sea mal visto (cuando habla de ir a aprender a la Copa), pero a los jugadores les agrada tener el respaldo del entrenador ”. Álex Aguinaga, exvolante tricolor