‘Se puede meditar sin ser del mismo credo’

La formación completa en la Asociación Escuela de Auto-Realización incluye siete niveles de cuatro meses de duración cada uno. Su director, Ángel Ledesma, cuenta que si bien la organización es sin fines de lucro, los estudiantes contribuyen con $ 180 por cada cuatrimestre para gastos operativos y mantenimiento. La labor, como la trazó el padre César Dávila, es enseñar el arte de la meditación u oración contemplativa. Esta enseñanza tiene siete niveles de formación y está dirigido a la formación integral del ser humano en su aspecto físico, mental y espiritual. La formación física, mental y espiritual nosotros la tomamos, en cuanto a su praxis, por el sendero de la enseñanza del yoga. Esto le da al practicante ejercicios físicos, mentales y de respiraciones. Enseñamos el arte de relajarse para exteriorizarse y concentrar la mente. Una vez que usted tiene la formación física y mental, viene la praxis espiritual y allí hacemos una práctica de meditación que no es otra cosa que tener la mente concentrada en Dios. Lo primero es dejar claro que no somos una fusión... Hacer ejercicio, respirar, relajarse, repetir palabras que ayuden a concentrarse y encontrar a Dios lo puede hacer cualquier persona de cualquier religión... En la práctica de la oración contemplativa, en la práctica de la meditación nos podemos sentar personas de distinto signo religioso o que no tengan y meditar juntos para dirigir nuestra mente y corazón al único Dios verdadero. Nosotros no enseñamos cualquier yoga, sino el yoga como nos lo fue enseñado para ser practicado por el padre Dávila... Esta forma de hacer yoga se amolda con mucha facilidad a la mente de un cristiano por eso nuestra revista se llama Yoga y Cristianismo, no decimos yoga y catolicismo, ni yoga cristiano.