GRAN GUAYAQUIL
En asamblea internacional que finaliza hoy participan 45.000 testigos de Jehová.
760 guayaquileños, nuevos testigos de Jehová.
Leonardo Pincay, de 82 años y habitante del Guasmo, ubicado en el sur de Guayaquil, dijo que había decidido dejar atrás “una mala vida”, que por tres años ha estudiado la Biblia y que ansiaba que llegara lo que describió como momento sublime: el bautismo como testigo de Jehová.
Él fue uno de los 760 guayaquileños, en su mayoría, que se sumergieron ayer en una de las seis piscinas instaladas en la cancha del estadio de Barcelona, copado por 45.000 integrantes antiguos, incluidos 5.300 delegados provenientes de 45 países.
Los denominados ministros viajeros eran los encargados de ayudar a los nuevos hermanos durante el bautismo de espaldas al agua.
Vestidos con pantaloneta negra o gris y camisetas blancas, los estudiosos de la Biblia avanzaban a los reservorios, muchos iban saludando a familiares en las gradas. Niños de 7 años incluso tuvieron su bautismo como testigos de Jehová.
Según Juan Paz, vocero de la asamblea internacional, en el país hay casi 100.000 integrantes. Comentó que los primeros misioneros llegaron a Ecuador en la década del cuarenta o del cincuenta.
El nombre del encuentro es El amor nunca falla. La cita empezó el viernes y concluye hoy, con predicaciones y la proyección, a las 13:50, de la segunda parte de la película La historia de Josías, un rey que amó a Jehová y odió lo malo. Como sede sigue el estadio de Barcelona.
Luis Narváez (73), habitante de la cooperativa Oramas González, de Durán, también mostró regocijo luego de su bautismo. “Conocí la verdad, el verdadero nombre del nuestro Padre Jehová”, exclamó.
Entre los delegados extranjeros constan Kenneth Cook y Seth Hyatt, representantes de la sede mundial de los testigos de Jehová.
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