El Universo

Crisis carcelaria

- Gustavo Rivadeneir­a Romero, Guayaquil

La crisis de los centros de privación en el Ecuador llegó a niveles alarmantes porque los tipos de transgresi­ones y crímenes se están dando casi a diario y las personas privadas de la libertad han trasladado su accionar más allá de su segmento social, ahora están secuestran­do a los miembros de la Policía Nacional que los custodian, en una clara muestra de pérdida del temor a la autoridad.

Urge que el estado ponga coto al asunto porque en estos momentos el tema se salió de las manos y las cosas podrían caldearse más aún, ya que del simple secuestro momentáneo de los miembros de la Policía, ellos bien podrían pasar al asesinato de los representa­ntes de la ley y no se trata de ser alarmista sino simplement­e comprender que los privados de libertad ya no tienen nada que perder, nada los detendrá para alcanzar su objetivos o, si no existe un objetivo concreto, simplement­e para expresarse de la única forma que conocen: con violencia. El estado es el responsabl­e por salvaguard­ar la seguridad del país, es necesario que se comience a destinar un fondo económico que permita cubrir la capacitaci­ón

del personal policial para que puedan tomar las riendas en este caso, pero este adiestrami­ento debe realizarse en el exterior, en países del primer mundo, en donde los conocimien­tos están mucho más avanzados. Resulta prioritari­o derogar las leyes que han maniatado a nuestra Policía, leyes que impiden el uso de la fuerza y de las armas. De nada servirán los protocolos y las estrategia­s carcelaria­s mientras no se reformen las leyes. Es comprensib­le restringir el uso de las armas en sectores sensibles de la población como son los hospitales, las escuelas, las iglesias o los estadios, pero en un centro de detención resulta paradójico prohibir el uso de las armas a quienes deben mantener el orden. Se dedicó excesivo esfuerzo en modificar los calificati­vos, de reo o preso a privado de la libertad, en hacer valer los derechos humanos de los detenidos y en establecer un ambiente de paz en un medio en el que estos ideales resultan inaplicabl­es, demasiado romanticis­mo irrelevant­e en el campo de la justicia y el control carcelario. Hay que priorizar las necesidade­s: reglas, leyes, preparació­n del personal uniformado y control. (O)

 ??  ??

Newspapers in Spanish

Newspapers from Ecuador