Alianza para reciclaje de aceite usado de cocina
En los restaurantes, el aceite usado de cocina se embodega en el mejor de los casos y finalmente se lo desecha con la basura común o por las cañerías al no saber qué hacer con esos líquidos espesos tras ser utilizados en las frituras.
Solo en los hogares ecuatorianos se consumen alrededor de 46 millones de litros de aceite de cocina cada año. El 60% va a la basura común y el 40% termina en los desagües.
El aceite usado generado en la industria es de 17’360.000 litros por año, de los que se recuperan entre 100.000 y 120.000 litros por mes.
Servei, la unidad de negocios de La Fabril proveedora de aceites para cocina, y ARC, empresa que tiene licencia ambiental para la recolección, transporte, almacenamiento y exportación de aceite de cocina reciclado, firmaron en Guayaquil un convenio para recoger este desecho de los negocios que son parte de Horeca (hoteles, restaurantes y cafés). Esta última incluye a 22.813 prestadores de servicios en alimentos y comidas.
Estos están segmentados en grandes (2,1%), medianos (17,9%), pequeños (38,5%) y microempresas (41,4%).
Ana Vega, coordinadora de proyectos de ARC, dice que la idea es dar un buen uso final al aceite usado en las frituras con la producción de biodiésel. Esa empresa recolecta 60.000 litros por mes y con la alianza se busca llegar a 280.000 litros. “Nosotros pagamos $ 2 por la caneca de 20 litros de aceite usado, les damos el servicio y un certificado. Para un buen uso deben esperar que el aceite se enfríe y luego colocarlo en un envase”, explica.
Hólger Aguirre, gerente comercial de Servei, afirma que la alianza está enfocada en concienciar y capacitar a sus clientes en el tema del reciclaje.
Estudios indican que por cada litro de aceite usado de cocina que se desecha y va a cuerpos hídricos se contaminan mil litros de agua.
Aguirre dice que Servei llega a cerca de tres mil establecimientos en el país con ventas directas, pero con los distribuidores pueden llegar a mil más. “Estamos comprando igual una base de datos y tenemos ya alrededor de diez mil”.
Con estos se empezaría la recolección del aceite usado como parte de un proyecto nacional. “Quito, Guayaquil, viene Cuenca, Machala, Manta y luego se irán sumando las otras provincias”, afirma Aguirre.
ARC recoge el aceite en los establecimientos y los lleva a un centro de acopio para exportarlo a Holanda, donde se produce el biodiésel. La idea es fabricarlo en el país en el futuro. “Con la alianza podemos tener contacto directo con los clientes de La Fabril que son los que usan el aceite”, dice Vega.