Corbeta Loja zarpó a Chile; fue despedida con lágrimas
La corbeta misilera Loja se alejaba del muelle del Yacht Club Naval, en el malecón Simón Bolívar, y el rostro de Doménica Bustamante se enrojecía cada vez más. Sus lágrimas caían acompañadas de un agitamiento que se visibilizaba cuando alzaba los brazos para despedirse del cabo segundo Carlos Tituana, su esposo.
Él es parte de una dotación de más de 80 marinos que ayer zarpó en la corbeta desde Guayaquil para participar en las Maniobras Unitas Pacífico LX2019, que se efectuarán en Chile del 24 de junio al 5 de julio.
“Muy triste me quedo con mi hija y estoy embarazada también”, contó la mujer que tiene cuatro meses de gestación y que llegó al muelle al mediodía.
Esposas, hijos, madres y abuelos de los marinos que participarán en Unitas Chile se ubicaron en el muelle, bajo carpas, y otro grupo estuvo de pie en la zona alta del Malecón.
Bustamante señaló que aunque su cónyuge viajó hace tres años a Galápagos, esta será la primera ocasión que se ausente por más tiempo. Ella estimó que regresará la quincena del mes siguiente y eso, dijo, le apenaba ya que Danna, la hija de ambos, cumplirá 4 años en julio próximo.
Antes del zarpe de la corbeta Loja, repotenciada por Astinave y entregada a la Armada a fines del año pasado, hubo una ceremonia protocolaria.
Allí, el ministro de Defensa, Oswaldo Jarrín, anunció que Ecuador será sede de las maniobras Unitas que se desarrollarán en el 2020 y que por eso esta experiencia en Chile sería de utilidad más allá del entrenamiento naval propiamente.
La familia de Daniel Medina, cabo primero, también lo despidió con nostalgia, pero él animó a su cónyuge, Enma Vásquez, diciéndole que el entrenamiento es importante para su carrera militar.
“Es que ella (esposa) no es de aquí. Es de Honduras, por eso me dice que siente pena de quedarse sola”, contó Medina.
Pasadas las 14:30, tres silbidos anunciaron el zarpe de la corbeta misilera.