De Verne a Zapata
En 1864 el escritor Jules Verne publicó la novela Viaje al centro de la Tierra, que, desde entonces, ha contado con una inmensísima variedad de lectores. Como se colige del título, se trata de una expedición hacia el interior de la Tierra que emprende un profesor de mineralogía que ha descubierto un manuscrito que revela una ruta para adentrarse en la Tierra misma. Esta novela de aventuras forma parte del ciclo de los viajes extraordinarios que desarrolló Verne (viajes a la Luna, a islas misteriosas, dar la vuelta al mundo), pero también ha llamado la atención por su inmensa riqueza poético-mitológica y simbólica.
En el capítulo 8 de la novela, el profesor Lidenbrock conduce a su sobrino Axel hacia lo alto de un elevado campanario de una iglesia en Copenhague. Enfrentándolo a la necesidad de superar el miedo por las alturas, el profesor obliga al sobrino a mirar hacia abajo, diciéndole (en la traducción de Miguel Salabert Criado, experto en la vida y obra de Verne): “Mira, y mira bien. ¡Hay que tomar lecciones de abismo!”. Este aprendizaje es una lección de vértigo con el propósito de reconocerlo, enfrentarlo y conjurarlo, y también podemos deducir que se trata de una metáfora del examen de la interioridad de las personas.
Esta última idea está muy presente en Lecciones de abismo (Cuenca, La Caída, 2019), el más reciente libro del escritor cuencano Cristóbal Zapata, que trae cinco cuentos que ocurren en la imaginaria ciudad de Convención. En conjunto, son textos que nos fuerzan a mirar hacia un lugar –unas situaciones familiares o la comidilla citadina– que nos produce vértigo y que, momentáneamente, amenaza con turbarnos el juicio. Con valentía –porque estos tiempos de lo políticamente correcto están creando nuevas inquisiciones–, Zapata expone situaciones paradójicas que experimentamos y que desafían convenciones sociales, familiares y personales.
¿Cómo expresar, por ejemplo, la sensualidad con la que suelen estar definidas algunas relaciones entre primos? ¿No producen la prima o la tía joven fantasías en los adolescentes como resultado de la cultura en que hemos crecido? Estos cuentos nos ponen ante esos precipicios que se abren cuando se bordea la zona de lo prohibido en el ámbito de lo familiar. La literatura permite la apertura hacia confesiones complicadas y complejas; por eso puede ser también una palabra liberadora en la medida en que deja registradas las obsesiones que nos marcan como personas. Lecciones de abismo muestra un tipo de educación sentimental.
Y también de educación ciudadana, pues Convención es una urbe que no deja en paz a aquellas mujeres portadoras de nuevas ideas. Las mujeres de estos cuentos son libres en sus acciones y también liberadoras porque generan cambios en la mentalidad de la comunidad. Los lectores de este estupendo libro se verán atrapados por frases envolventes y situaciones decisivas, en las que la invención disputa la realidad de lo ocurrido. Como si reuniéramos unos fotogramas recortados de distintas películas, esos fragmentos nos permiten acercarnos a los secretos de nuestras propias vidas. Este libro de cuentos es de un estilista, pues Cristóbal Zapata ha logrado una prosa que estremece. (O)