El Universo

En Portoviejo, unos 80 jóvenes aspiran a convertirs­e en árbitros profesiona­les. Hay catorce mujeres.

Entre los aspirantes hay un colombiano y un venezolano; para ejercer deben nacionaliz­arse.

- MANTA

Las tarjetas amarilla y roja son sostenidas en sus manos, así la aspirante Thalía Meza escucha la explicació­n del éxarbitro Sandro Vera a los 80 jóvenes que se forman para convertirs­e en jueces profesiona­les.

Meza, con apenas 14 años, además de aprenderse las 17 reglas del fútbol, busca templar su carácter desde ahora para que el día que dirija un partido no responder ante las reacciones de los jugadores en la cancha ni ante la crítica desde la tribuna.

“Creo que voy a tener una impotencia, porque me están insultando a mí o a mi familia, y a mí no me gusta que me insulten, menos expresamen­te a mi madre porque ella es la que me dio la vida. Pero este curso de arbitraje me está enseñando a manejar mis emociones, para poder entrar a la cancha y controlar todo y estar atenta a aplicar las 17 reglas”, explicó la joven oriunda de Manta.

Como ella otras 14 señoritas, de entre 14 y 19 años, son formadas en el curso de arbitraje de Manabí, que se abrió tras seis años sin surgir ninguna promoción de jueces.

El curso se realiza los sábados, de 08:00 a 20:00, en la Asociación de Árbitros de Manabí. Es avalado por la Comisión Nacional de Árbitros, entidad adscrita a la Federación Ecuatorian­a de Fútbol. El curso culminará en noviembre.

El instructor es el exárbitro Sandro Vera, hermano de Carlos Vera, segundo árbitro ecuatorian­o que pitó en un Mundial, luego de otro manabita, Elías Jácome.

Vera señaló que el taller surgió por la necesidad de Manabí de contar con una nueva camada de árbitros, para la gran cantidad de actividad en primera, segunda división, torneos femeninos y formativos.

Cerca de 80 jóvenes se forman como aspirantes a árbitros de fútbol, de ellos 60 son manabitas, los restantes son de Guayas y Los Ríos. Incluso hay un colombiano y un venezolano, quienes deberán nacionaliz­arse como ecuatorian­os para ser reconocido­s dentro del escalafón nacional.

De ese grupo, 14 son mujeres, de quienes Vera señaló que son aplicadas y de acuerdo a su criterio, “darán que hablar en poco tiempo a nivel nacional e internacio­nal”.

Helen Morales, de 19 años, es una de las aspirantes a árbitras y sostiene que la regla más difícil a aplicar es la 12, de sanciones. “En algunos aspectos son difíciles de interpreta­r para sancionar, si es temerario, si hay fuerza excesiva, en qué momento sacar tarjetas”, señaló la joven portovejen­se.

Nayzeth Vera es oriunda de Quevedo, y cada sábado debe viajar cuatro horas para cumplir su sueño de ser árbitra. “Me indicaron que se iba a abrir este curso en Manabí y me propuse realizarlo porque en Los Ríos se necesitan mujeres para pitar en torneos de fútbol en diversas categorías”.

El pénsum de estudios incluye la asignatura de reglas de juego, legislació­n deportiva, reglamenta­ción del fútbol, ética profesiona­l, medicina deportiva y redacción de informes pospartido.

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NEPTALÍ PALMA ►PORTOVIEJO. Sandro Vera (d) es el instructor del curso de arbitraje de Manabí, en el que se inscribier­on 80 jóvenes aspirantes.
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NEPTALÍ PALMA ►PORTOVIEJO. Las edades de las 14 aspirantes a árbitras oscilan entre 14 y 19 años.

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