Lo conocen como el maestro de la marimba
Hace tres años estudiantes de la UArtes fueron parte de un proyecto de vinculación con la comunidad llamado Nigeria: lo que se ve, se escucha, se sabe y se conoce, cuyo objetivo era rescatar la cultura afro del barrio Nigeria, en la isla Trinitaria.
En el desarrollo de este proyecto la universidad conoce a Saúl Torres, músico con más de 30 años de trayectoria que en ese momento dada clases de danza y música en el barrio.
Este fue el antecedente para que tiempo después la universidad le propusiera impartir las cátedras de Taller de Construcción y Ejecución de Instrumentos ancestrales y del Ensamble de Percusión Afroecuatoriano: instrumentos complementarios, como maestro invitado.
Torres tiene 42 años. Nació en Colombia, pero se siente más ecuatoriano que cualquiera. Comenzó su formación a los 8 años, cuando su papá le enseñó a tocar el clarinete.
A los 15 años llegó a Ecuador como integrante del grupo de danza Juventud del Pacífico para participar en un festival internacional. “Decidí quedarme con amigos de mi papá porque me enamoró ver que aquí lo folclórico estaba virgen”, cuenta entusiasmado.
No estudió una carrera universitaria, pero siempre mostró interés en aprender lo que más podía de cada sitio al que llegaba. Toca unos 35 instrumentos, como piano, guitarra, flauta traversa, saxofón, bongó, cununo, marimba, etc. Además, lee y escribe partituras.
“Lo que más me llenó fue el aprender tantas cosas sin formalismos, aprovechando el momento. Iba a los ensayos de baile y a la vueltita, en otra aula, estaban construyendo marimba, yo me metía y aprendía. No perdía oportunidad de prepararme”, enfatiza.
Esa habilidad para construir instrumentos afro fue lo que más despertó el interés por parte de la universidad, en donde actualmente es el encargado de formar un Ensamble de percusión afroecuatoriana.
Se estableció en Esmeraldas y ahí, a los 17 años, formó su primer grupo de danza, América Negra. Años después formó otros como Chigualeros y Chumichasqui.
Llegó a Guayaquil por una oferta de trabajo como docente de Música en el Colegio Guayaquil, en el que estuvo poco tiempo. Luego fue parte del grupo La Catanga, del programa Taller de Arte Popular Raíces, del Banco Central. Luego de unos años se convirtió en el director de este grupo y de otro llamado Palenque.
Por cambios en la directiva del programa, Torres se quedó sin trabajo y se dedicó a proyectos sociales. Así es como llegó al barrio Nigeria, donde conoció a estudiantes de la UArtes.
La docencia ha sido una constante en su vida que disfruta mucho. “Yo me veo reflejado en mis alumnos, veo esa pasión por aprender que yo tuve de joven”, dice.