Netflix apuesta por el mundo de los
cheerleaders en series y documentales.
El único spoiler en esa nota será que Netflix, al parecer, ha decidido apostar por el mundo de los cheerleaders, muchas veces romantizado, caricaturizado y poco profundizado. Para ejemplo la película de culto de los 2000 Bring It On (Triunfos robados). Una de estas producciones es Dare Me, basada en la novela de Megan Abbott y estrenada el pasado 20 de marzo.
El drama de porristas estadounidenses tiene como elemento principal el suspenso extendido. A través de historias que se topan con asesinatos, y aborda temas como lujuria que acaba por consumirlo todo, el control irregular y porte irresponsable de armas y salvajismo adolescente, Dare Me intenta distanciarse del mundo ultrafemenino que a veces supone la animación.
“Esta nueva serie no siente la necesidad de escenas eruptivas para mantener su atención”, señala la crítica del portal Digital Spy. “En cambio, lo que obtenemos es una porción casi constante de tensión a fuego lento, donde nunca te sientes lo suficientemente relajado como para calmarte”, subraya.
Las protagonistas de la trama son dos amigas desde la infancia, Addy y Beth, interpretadas por Marlo Kelly y Herizen F. Guardiola, respectivamente, acostumbradas a ser el centro de atención. Costumbre que se verá afectada, con la llegada de la entrenadora Colette (Willa Fitzgerald), quien aspira a llevar al equipo a instancias más competitivas.
Esta serie, que ya está recibiendo críticas positivas, llegó a realizarse gracias, en parte, a la expectación que produjo el documental de seis capítulos
Cheer, también producido por Netflix y que aborda el estrés que enfrentan los miembros de una de las escuelas más prestigiosas en este deporte de Estados Unidos. La serie documental recoge las experiencias del equipo de animación de los Bulldogs de la Universidad de Navarro en Corsicana, Texas. Esto mientras se preparan para competir, bajo el mando de la directora Mónica Aldama, en el Campeonato Nacional de Cheerleaders que se celebra anualmente en Daytona.
Malabares imposibles, sesiones de entrenamiento interminables, duras rutinas y atletas fatigados son los elementos que vuelven interesante a esta producción audiovisual.
La acogida de la serie –además de esta nueva visión sobre los animadores– se refleja en la popularidad de los deportistas protagonistas del documental, quienes se han convertido en estrellas digitales, ganando más de 200 000 seguidores en poco más de 48 horas.